Twitter deja muy claros sus valores en su web: “Creemos en la libre expresión y en que cada voz tiene el poder de generar un cambio en el mundo”. Las mejoras buscan que la red social sea cada vez más educada y haya menos 'haters'.
Twitter llegó a nuestros smartphones como la red social de microbblogging. Es decir, su objetivo era que la gente compartiera sus pensamientos y opiniones de manera breve y sencilla. Contar historias en solo 140 caracteres. Una idea nacida en un taxi que nos sorprendió y enganchó a todos. De repente, todos teníamos algo que decir, y queríamos hacerlo en Twitter.
Su auge inicial llevó a muchos medios de comunicación a abrirse cuentas para informar de la actualidad en su lucha particular por poder ser el primero en dar una noticia y así asegurar más tráfico a su web. Twitter era el periódico de cada mañana en formato ultra rápido. Consultabas los titulares de camino al trabajo y conocías los temas más importantes del día antes de arrancarlo.
En la compañía del pájaro azul son conscientes del cambio, y actualmente en su web se puede leer nada más entrar: “Twitter es lo que está pasando en el mundo y los temas sobre los que está hablando la gente”. Así es, la gente inicia debates, conversaciones y opina sobre los temas de actualidad y los trending topics del momento.
En todo este tiempo, desde que nació Twitter, allá por 2006, algo ha ido cambiando en la forma de expresarnos en esta red social que se ha convertido en la red de los haters. Hoy en día, muchos usuarios utilizan su cuenta para atacar a compañías cuando están descontentos con sus servicios o tienen alguna queja. En la mayoría de estos casos, las reclamaciones se hacen en un tono agresivo, que va a peor cuando se trata de atacar o criticar a personajes famosos. Se ha sacado el lado más negativo de su “forma de ver los diferentes punto de vista sobre una historia”.
¿Puede que algo esté cambiando en el pajarito azul?
En noviembre de 2017, llegó una decisión bastante esperada por muchos: poder escribir tweets más largos. Twitter dobló el número de caracteres, pasando de 140 a 280. ¿Ha supuesto algún cambio? La realidad es que sí. Un año después de la decisión de Twitter de doblar los caracteres de un tweet, parece que somos más educados y nuestras opiniones son más constructivas.
Así lo determina un estudio que han llevado a cabo en la Universidad de Pensilvania los profesores: Kokil Jaidka, Alvin Zhou e Yphtach Lelkes.
¿Cómo lo han hecho? Ni cortos ni perezosos se han puesto a analizar hasta alcanzar 358.242 respuestas de tuits a políticos estadounidenses que se publicaron entre enero de 2017 y marzo de 2018 con métodos de procesamiento del lenguaje natural tanto supervisados como no supervisados.
Gracias a ello, es posible afirmar que los usuarios han reconducido su conducta hacia un lenguaje más educado, los debates han sido mejor argumentados, y las críticas incluyen un lado constructivo en el que no se ataca, sino que se explica el punto de vista y se interacciona con la persona o personas al otro lado de la app. Digamos que toman un cariz más analítico, dada la opción de expresar mejor las opiniones y/o pensamientos de los usuarios con esos 280 caracteres.
La Responsable de Producto de Twitter, Aliza Rosen, aseguraba durante el anuncio de aumentar la longitud de los tweets que su objetivo era “ampliar el límite de caracteres a la vez que manteníamos la velocidad y la brevedad propias de Twitter”.
Si bien es cierto que los haters siguen (y seguirán) existiendo, los augurios son buenos. Al fin y al cabo, Twitter deja muy claros sus valores en su web: “Creemos en la libre expresión y en que cada voz tiene el poder de generar un cambio en el mundo”, pero que se logre enfocado en un buen propósito como este depende de sus usuarios.
