Tras 33 años de constantes intentos, por fin ha sido una Startup canadiense la que ha superado este reto, ganando así una recompensa de 250.000 dólares
Lograr volar durante 60 segundos, alcanzando una altitud mínima de 3 metros mientras permaneces en un espacio de unos 10 metros parece relativamente complejo, pero si además tienes que hacer todo eso auxiliado tan sólo con la potencia que seas capaz de desarrollar con tus músculos, la dificultad se convierte en un reto tan complejo que desde que se lanzase en 1980 bajo el nombre de “Sikorsky Human Powered Helicopter Competition” nadie había conseguido realizar dicha hazaña. ¿Nadie? Bueno, nadie lo había conseguido hasta ayer.
La Startup canadiense Aerovelo, fundada por Todd Reichert y Cameron Robertson que recurrió a Kickstarter para financiar la construcción del Atlas, el aparato que con su vuelo de 64 segundos y habiendo alcanzado una altura máxima de 3,3 metros, ha logrado la certificación por parte de la Federation d’Aviation Intenationale (FAI) del cumplimiento de los requisitos que les permiten hacerse con el premio de $250,000 que llevaba 33 años esperando ser reclamado.
La consecución del reto se dio el último día de los 5 que tenían reservados en un estadio de fútbol cubierto cerca de Toronto, y los dos intentos anteriores donde se habían logrado superar los 3 metros de altitud habían acabado bastante mal, ya que al descender, el aparato había sufrido el efecto anillo de vórtice que, básicamente, le empujaba hacia el suelo haciendo que el aparato se estrellase y dañando algunos componentes como causa del aparatoso aterrizaje. En el tercer intento el piloto, Todd Reichert, convertido a su vez en combustible en este curioso aparato, logró el balance correcto entre la fuerza aplicada y la posición de su cuerpo, lo que le permitió aterrizar de manera suave, sin dañar el aparato, dando así por concluido un viaje que comenzó hace 33 años.