El video es el contenido estrella en las redes sociales más populares. Tanto TikTok como Instagram, Facebook o YouTube, apuestan por los videos. Ya sean musicales, de videojuegos, guías y tutoriales, cortometrajes y tráileres, entrevistas… Y aunque el video en formato breve es el que parece triunfar más, en especial en TikTok e Instagram, YouTube sigue una estrategia distinta. Si bien en YouTube encontramos una cada vez mayor presencia de videos cortos bajo el nombre de YouTube Shorts, esto no impide que, en su gran parte, los vídeos de YouTube son más largos que años atrás.
Según un informe publicado a finales de 2018, la duración media de un video de YouTube es de 11,7 minutos. La cifra puede cambiar en función del tipo de contenido. En música, la media baja, ya que los videoclips suelen durar menos. Pero en contenidos como cortometrajes, animación o videojuegos, la media sube hasta los 19,2 minutos (cine y animación) y los 24,7 minutos (gaming). Y esto sigue siendo así hasta hoy. Puedes comprobarlo tú mismo.
Prácticamente todas las guías que se han publicado en el último año coinciden en afirmar que el algoritmo de YouTube, esa especie de caja negra virtual que decide qué vídeos son los más exitosos, premia los videos de YouTube largos frente a los más cortos. Aunque si no te fías de los expertos en redes sociales y en las guías sobre monetización o posicionamiento online, solo tienes que echar un vistazo a la página principal de YouTube. Allí encontrarás videos que fácilmente pueden superar la media hora e incluso superar la hora de duración.
La evolución de YouTube hasta hoy
Una posible explicación a este fenómeno, que los vídeos de YouTube sean cada vez más largos, es que desde el nacimiento de esta plataforma hasta hoy, los teléfonos móviles han pasado de ser dispositivos para realizar llamadas y mensajes a máquinas avanzadas capaces de grabar video, editarlo y subirlo a Internet. Todo desde el propio aparato. Eso, por un lado. También ayuda la proliferación de cámaras de gran calidad y pequeño tamaño para llevar adosadas al cuerpo, las populares GoPro. Pero hay más.
Una segunda causa podría estar en las facilidades que pone YouTube para subir toda clase de contenidos. Lo que ha permitido que sea la plataforma de video con más usuarios. Más de 2.500 millones de usuarios activos al mes. Muy por encima de los 2.000 de Instagram y los 1.582 millones de TikTok. Esto ha convertido a YouTube en un aparador para contenidos de televisiones y productoras de video. Pese a que, en la actualidad, las cadenas de TV han dado el salto a tener su propia aplicación de contenidos, siguen publicando contenido en abierto en YouTube. Programas enteros de gran duración.
Los contenidos relacionados con videojuegos también ayudan a ampliar la duración media de los videos. Los directos se suceden a diario, tanto en YouTube como en Twitch, pero en YouTube es más fácil guardar esos directos, que suelen durar varias horas. O partidas completas para ayudar a otros jugadores a superar un nivel o un juego al completo. O, simplemente, verlo en vez de jugarlo.
Todo esto ayudaría a entender que los vídeos de YouTube sean cada vez más largos. También hay que tener en cuenta que las nuevas generaciones de creadores de contenidos cuentan, entre sus filas, con creadores que apuestan por la calidad y los contenidos de gran formato. Como reportajes o entrevistas de larga duración, un formato que escasea en la TV tradicional.
La clave está en mantener la atención
Sin embargo, aunque todo lo anterior ayuda a explicar, en parte, este fenómeno, la razón más plausible, y la que tiene más peso, tiene que ver, sencillamente, con la razón por la que muchos publican videos en YouTube. El dinero. O, en argot, monetizar contenido. Así que el causante de todo es el algoritmo o algoritmos que se encargan de hacer que unos videos se vean más que otros. Como dicen los entendidos, las redes sociales están diseñadas para que los usuarios pasen el mayor tiempo posible en ellas. Y para ello, hay que llamar la atención del usuario. Y mantenerla.
Queda claro que el primer paso para que un video tenga éxito es que los usuarios lo vean. Y para ello, el título y descripción deben ser impactantes y aparecer en los resultados de búsqueda. Y qué decir de la imagen en miniatura. Tiene que incitar a hacer clic en ese video. Pero de nada sirven estas estrategias, en ocasiones agresivas, si luego quien ve el video se cansa de él a los pocos segundos. El objetivo de YouTube es mantener la atención en los videos el mayor tiempo.
Un estudio de 2018 de Pew Research Center, concluía que el algoritmo de YouTube prioriza los vídeos de larga duración. Es más. En las recomendaciones aparecen videos cada vez más largos. Si el primer video recomendado duraba unos nueve minutos y medio, el segundo doce, el tercero quince, y así. Para comprobar esto, realizaron más de 170.000 incursiones aleatorias en YouTube durante seis semanas. Llegando a reproducir más de 300.000 videos.
Por defecto, un usuario de YouTube puede subir vídeos de hasta 15 minutos. Eso dice la página de ayuda. Pero si eres creador de contenido y verificas tu cuenta, podrás saltarte este límite. El máximo está en 256 GB por video. O su equivalente en 12 horas. Y aunque cuesta encontrar contenidos de varias horas, no es tan difícil dar con contenidos de una o más horas. O de entre 30 minutos y una hora.
La monetización de los vídeos de YouTube largos
Y volvemos a lo que decíamos antes. El algoritmo premia los videos de YouTube más largos. Y los creadores de contenido publican contenidos de larga duración para satisfacer al algoritmo. El motivo es obvio, monetizar esos contenidos. Desde 2018 a hoy, YouTube ofrece beneficios a los creadores de contenidos a cambio de insertar publicidad. Y para recibir esos beneficios, deben cumplir un mínimo de suscriptores y, especialmente, una cantidad mínima de horas vistas por año. A videos más largos, más horas vistas por los demás usuarios.
Los vídeos de YouTube largos facilitan la inserción de publicidad, antes, durante y después. Una práctica que YouTube está utilizando cada vez más. Provocando críticas por parte de los millones de usuarios que se ven obligados a pagar una suscripción de pago, conocida como YouTube Premium. En medio, los creadores de contenido procuran que sus contenidos lleguen a más público. Y a monetizar más y mejor esos vídeos. Todos estos esfuerzos favorecen que los vídeos duren cada vez más.
Esto no impide que, en paralelo, YouTube quiera hacer frente a TikTok e Instagram en el ámbito de los videos de corta duración. Bajo la marca YouTube Shorts, es frecuente ver videos de este tipo entremezclados con los de larga duración. Y en ocasiones, suelen ser fragmentos destacados de esos videos. Aunque, de momento, no integran publicidad, y son más una oportunidad de ganar seguidores y visibilidad en el interminable catálogo de contenidos que es YouTube hoy en día. No por nada, el año pasado, se subieron 2,4 millones de vídeos cada día. O lo que es lo mismo, 100.000 vídeos cada hora.