Ahorro energético
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5G para el ahorro energético y mejorar el consumo

Con el despliegue de las redes 5G se abre un abanico de posibilidades, a nivel de conexiones entre dispositivos. Como es sabido, la tecnología no solo impactará en los smartphones, también en el incipiente mundo de Internet de las cosas y en diversos sectores económicos. Es decir, las necesidades de conexión serán cada vez mayores y esto solo se puede afrontar gracias al ahorro energético que permite la nueva red.

A lo largo de la evolución de las redes la eficiencia energética ha sido una constante. No podía ser de otra forma. Igual que los equipos se miniaturizan y se abaratan, también tienden a ser más eficientes energéticamente. Esta capacidad se ha utilizado para entregar más servicios usando menos energía. Y de esta forma han ampliado las telecomunicaciones su oferta a los consumidores.

El paso del 4G al 5G marca un punto de inflexión en este sentido. Y es que la nueva generación de red se ha diseñado para que se conecten a ella una enorme cantidad de dispositivos. Por fuerza, el sistema de conexión tiene que ser eficiente, pues de otra manera no sería rentable o puede que ni tan siquiera viable técnicamente. Respecto a este tema, un informe elaborado por la 5G PPP, englobado en el proyecto Global visión, standarization & stackeholder engagement in 5G, señalaba que el 5G permitiría una ahorro energético del 90%.

Mayor transmisión de información con ahorro energético

La explosión en el uso de Internet que el 5G provocará será enorme. Según la GSMA, el incremento potencial en el tráfico de datos podría ser de hasta 1.000 veces el actual. Con estas estimaciones sobra decir que el ahorro energético es clave, especialmente en un contexto de lucha contra el cambio climático. En estos momentos la industria de las telecomunicaciones consume entre el 2% y el 3% de la energía a nivel global.

De ahí que sea necesaria una reducción del consumo energético. No en vano, las especificaciones para el estándar 5G de la 3GPP fija un 90% de reducción en el uso de energía respecto al 4G. Esta capacidad de la nueva red se ha comprobado en diferentes ocasiones. Durante un periodo de tres meses de prueba, Telefónica y Nokia ensayaron 11 escenarios diferentes con tráfico predefinido. Al medir el consumo de energía por Mbps quedó patente que la tecnología 5G era mucho más eficiente que las redes anteriores. Los motivos se pueden encontrar tanto en el hardware como en el software. Ambas partes de la red están diseñadas específicamente para la eficiencia.

Para las pruebas se usaron registros de medición en las propias estaciones base, así como datos de monitorización del consumo energético a través de los sistemas de gestión de red. La conclusión fue que el nuevo estándar es un 90% más eficiente por unidad de tráfico que el 4G. En la comunicación del ensayo se apuntaba que el 5G permite más bits por kW que cualquier otra generación de redes. Aunque también se señalaba que debido al incremento del tráfico previsto se necesita un ahorro energético que vaya más allá, con el fin de limitar las emisiones de dióxido de carbono.

Incremento del tráfico

El reto por delante es de grandes dimensiones. Para el año 2025 se espera que haya 100.000 millones de conexiones. Entre ellas se podrán contar 40.000 millones de dispositivos pertenecientes a la categoría de Internet de las cosas. Son los datos que maneja el fabricante de equipos de telecomunicaciones Huawei.

Hay que tener en cuenta que el número de dispositivos móviles actual ya ronda los 15.000 millones, según los datos del portal Statista. A ellos hay que sumarle la contribución de IoT, los vehículos conectados y otros equipos. Un informe elaborado entre Huawei y la firma analista Analysys Mason estimaba que el tráfico se multiplicará por más de seis en las economías emergentes y por más de tres en los mercados desarrollados. Con lo que el ahorro de energía se vuelve más esencial si cabe.

Despliegues con energías renovables

El descenso de consumo energético de la nueva red es notable. Incluso con los despliegues 5G NSA (non-standalone) un proyecto de Ericsson y Telefónica en Talavera arrojaba un ahorro energético del 23%. Las mismas compañías, con un despliegue de 5G M-MIMO en Sao Paulo alcanzaron también ese 90% de ahorro en el consumo respecto al 4G.

Pero debido al incremento en el tráfico de datos no se puede decir que el 5G por sí solo vaya a solucionar el problema de las emisiones. En un momento en que la sostenibilidad se ha convertido en una necesidad transversal a todos los sectores, es importante también mirar hacia las renovables.

Para el Acciona Open de España, Telefónica y Ericsson proporcionaron una conectividad 5G para retransmitir las señales de vídeo de las cámaras que cubrían el torneo de golf. Todas las conexiones se ofrecieron gracias al uso de energía renovable. Se utilizó fuentes 100% limpias, con el fin de reducir las emisiones de dióxido de carbono del evento.

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