El país asiático implementa el uso de reconocimiento facial en los aeropuertos principales para mejorar la eficiencia de los procesos migratorios.
El reconocimiento facial es una de las tecnologías más incipientes en los últimos años, sobre todo por su inclusión en los dispositivos móviles. Los modelos de reconocimiento facial se basan en algoritmos capaces de detectar datos biométricos en apenas unos segundos. Pagar online con tu biometría ya es posible e incluso hacer un diagnóstico médico.
Los aeropuertos australianos ya han comenzado a instalar sistemas de reconocimiento facial en el trámite del control de pasaportes como variable biométrica de seguridad. El año pasado, Japón incluía un nuevo modelo de reconocimiento facial para aquellos extranjeros que llegasen al país como medida de seguridad antiterrorista por los Juegos Olímpicos de 2020.
En concreto, el control de inmigración realizará las comprobaciones pertinentes del rostro de extranjeros en 156 puertos y aeropuertos desplegados por todo el país. El objetivo es comparar los rostros de extranjeros con una base de datos de presuntos terroristas. Este sistema no es nuevo en el país nipón donde, desde 2007, los extranjeros con edad superior a los 16 años que viajan allí deben hacerse una fotografía y tomar sus huellas digitales.
Reconocimiento facial para mejorar los controles migratorios
Ahora, el país ha incluido el uso de esta tecnología en los aeropuertos principales con el objetivo de controlar a los residentes que salen o entran al país. El propósito de esta medida es agilizar los controles migratorios en los aeropuertos internacionales con una tecnología ya empleada en los smartphones.
Esta medida se ha instalado en el aeropuerto Haneda (Tokyo) y en 2018 se implementará en Narita, Kansai, Chubu y Fukuoka. El gobierno pretende instalar un total de 137 puertas con reconocimiento facial en los cinco aeropuertos principales de Japón. ¿Cómo funciona? Identifica a los individuos comparando la imagen que se encuentra en el chip del pasaporte electrónico con la fotografía captada en ese instante. Si ambas coinciden, la puerta se abre.
Se trata de una tecnología que todavía necesita su adaptación y se encuentra, podemos decir, en una fase de pruebas, para después extenderlo al análisis biométrico de extranjeros. El gobierno de Japón tiene como propósito aumentar el número de visitantes a 40 millones en 2020 y 60 millones en 2030.
A pesar de que existen voces que señalan problemas de seguridad digital y privacidad en los métodos de reconocimiento facial, huelga decir que su precisión es mejor si la comparamos con otros mecanismos de identificación y que, posiblemente, sea el sistema de reconocimiento del futuro.