Nick Sloane ha propuesto arrastrar un iceberg desde la Antártida y derretirlo para solucionar la sequía de Ciudad del Cabo. Podría generar hasta 150 millones de litros de agua al día. El proyecto necesitaría en torno a 130 millones de dólares de inversión.
Una solución un tanto peculiar para terminar con la sequía. Desde hace unos meses, la falta de agua en Sudáfrica ha dejado a los cuatro millones de habitantes de Ciudad del Cabo en una situación insostenible. De hecho, el gobierno ha tenido que intervenir y limitar el consumo diario a 50 litros por persona. Para que te hagas una idea de la complicada circunstancia, el consumo medio de agua por persona en California es de 321 litros al día. Mucha diferencia.
Esta crisis de acceso al agua se debe a que, tras cuatro meses con escasez de lluvia, los embalses están por debajo del 20%. El peor dato histórico de Sudáfrica. Las reservas actuales solo podrían abastecer a un tercio de la población de la ciudad, y la situación es tan mala que se han generado altercados en las calles.
La madre naturaleza nos hace un guiño
El gobierno sudafricano ya está buscando soluciones a la dura sequía. Han limitado el consumo por persona y se han colocado puntos de abastecimiento para controlar el gasto. Además, se ha avisado a la población de que, si no se cumplen los mínimos, habrá multas bastante altas. Quieren que los embalses se vayan recuperando poco a poco, pero no parece suficiente.
Ahora Nick Sloane propone una peculiar solución a todo esto. Quiere arrastrar un enorme iceberg desde la Antártida y derretirlo para abastecer a la ciudad. «Cada año, miles de icebergs se desenganchan y van a la deriva hacia Ciudad del Cabo. La madre naturaleza nos hace un guiño y nos dice: ‘Estoy aquí, venid simplemente a tomarme'», señaló el experto en salvamento en la presentación del proyecto.
Nick Sloane tiene bastante experiencia a la hora de trabajar en situaciones críticas. De doble nacionalidad sudafricano-zambiano, saltó a la fama hace unos años al liderar el proyecto que consiguió sacar a flote el buque Costa Concordia tras su naufragio en Italia.
2.000 km de distancia entre Sudáfrica y la Antártida
La idea de Sloane es utilizar los icebergs que tienen forma de “mesa de salón”. Según sus cálculos, sería suficiente con escoger una masa de hielo de 850 y 1.000 metros de largo, 500 metros de ancho y 220 de profundidad. Una mole así pesa millones de toneladas y contiene millones de litros de agua dulce. Nada sencillo de transportar.
Como te imaginarás, este proyecto es complejo y muy caro. El iceberg tendría que ser recubierto por una malla térmica gigantesca que evitase que se derritiera por el camino, y dos buques enormes para arrastrarlo. Todo esto tendría un coste que rondaría los 130 millones de dólares.
«La idea parece delirante, pero, si lo miramos de cerca, no es algo tan descerebrado, aceptó Nick Sloane ante la incredulidad de la prensa. Tras la presentación, el proyecto se ha llevado muchas críticas, y cada día hay más escépticos. El cambio climático ha puesto contra las cuerdas a la Antártida, incluso la contaminación por plástico está alterando este frío ecosistema. Probablemente, el proyecto no llegue a realizarse, pero cualquier ayuda es poca para solucionar los problemas de la sequía.