Llevamos unos pocos años disfrutando de las bondades de la tecnología 5G. Y unos meses con su versión ampliada, el 5G+. Pero, como suele ocurrir en este sector, ya se está gestando su sucesor, el 6G. La sexta generación de redes móviles. Y uno de los proyectos más cercanos sobre esta tecnología de futuro es ENABLE 6G. Tan cercana que tiene su sede en España.
El proyecto ENABLE 6G es llevado a cabo por el IMDEA Networks Institute, con sede en Madrid, España. Un centro de desarrollo e innovación que se está encargando de hacer realidad los ambiciosos planes que tiene la Unión Europea para estar en primer línea en el sector de las telecomunicaciones cuando despleguemos el estándar 6G, todavía en fase de gestación. Y para hacer esto posible, IMDEA cuenta con la colaboración de Telefónica, NEC y BlueSpecs. También con la financiación de la Unión Europea a través de NextGenerationEU. Y del Ministerio de Economía y Transformación Digital a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Este proyecto se centra en dos ámbitos principalmente. Por un lado, en las mejoras que traerá el 6G en aspectos como la velocidad, la eficiencia, el bajo consumo de energía, la seguridad, la poca latencia o la privacidad. Y, por otro, en potenciar el uso de machine learning para mantener la privacidad de las redes móviles. Al tiempo que es capaz de manejar millones de datos.
ENABLE 6G: anticipándose al futuro
Cuando se empezó a hablar de las posibilidades que ofrecía el 5G, se hablaron de tecnologías que todavía no habíamos visto. Tecnologías como edge computing, machine learning, vehículos autónomos, ciudades inteligentes, realidad virtual y realidad aumentada… hoy, algunas de ellas ya están en la calle. Otras están gestándose en laboratorios y empresas de todo el mundo. Y de otras se sigue hablando como algo que llegará más pronto que tarde.
Precisamente, el 6G tiene la responsabilidad de tomar el relevo al estándar de telecomunicaciones 5G. Y así facilitar la implementación de las tecnologías antes mencionadas y de otras que están por llegar. De ahí el proyecto ENABLE 6G, anunciado en abril de este año y que nace para colaborar en la implementación de tecnologías punteras gracias a las redes móviles avanzadas como el 5G y el futuro 6G.
Las redes 6G serán más complejas, inteligentes, adaptables y ofrecer más y mejores servicios. Sumado a un rendimiento mayor al tiempo que consume menos energía. Y, por descontado, respetando la seguridad y privacidad de todos los actores involucrados. Tanto de usuarios como de empresas y organizaciones públicas y privadas.
Y más allá del 6G en sí mismo, ENABLE 6G también quiere trabajar en tecnologías como superficies inteligentes reconfigurables, comunicaciones por luz visible, retrodispersión por radiofrecuencia, ampliar el uso que se hace hasta ahora del espectro radioeléctrico, potenciar la latencia ultrabaja o hacer más precisa todavía la localización de dispositivos. Tecnologías relacionadas, en parte, con las redes móviles, o que se sustentarán en ellas para funcionar.
Redes 6G inteligentes, seguras y de de bajo consumo
El proyecto ENABLE 6G se divide a su vez en dos proyectos basados en 6G pero con objetivos algo distintos. RISC-6G, por ejemplo, aspira a que las redes 6G que implementemos en el futuro sean de bajo consumo eléctrico. Al tiempo que la red se adapta a las necesidades de los usuarios de manera inteligente. Por su parte, MAP-6G trabaja en el uso de machine learning para procesar la ingente cantidad de datos que circulará por las redes móviles presentes y futuras sin comprometer la seguridad y la privacidad de esos datos.
Para cumplir con ambos objetivos, el proyecto trabaja en conceptos ya aplicados, en parte. Como el diseño de redes definidas por software que puedan poner en funcionamiento un procesamiento optimizado en la nube adaptado a cada ubicación física empleando algoritmos. Algo que se ha empezado a trabajar en la quinta generación o 5G y que con el 6G se desarrollará más todavía. Optimizando así la red física y potenciándola mediante software avanzado.
Otro de los aspectos a potenciar es la posibilidad de mejorar y ampliar la capacidad de monitorizar y mapear la red para conocer todos los dispositivos y elementos conectados, propios de la infraestructura de red o de los usuarios, manteniendo la privacidad y seguridad de los mismos. Y para detectar a tiempo, o anticiparse, a problemas o picos de demanda.
En definitiva. Se trata de exprimir todo lo que ofrece el estándar 6G para introducir o perfeccionar aspectos como las redes móviles y dispositivos inteligentes, la seguridad, las redes y servicios virtuales, el bajo consumo en toda la infraestructura y el uso de automatismos avanzados para adaptar la red móvil al tráfico y necesidades de cada momento y lugar de la infraestructura de red móvil que tenemos ahora o que tendremos dentro de unos años.