El Big Data creará 4,4 millones de empleos en los próximos dos años

Las oportunidades de negocio que ofrece Big Data a las empresas y administraciones, introduce la figura profesional del científico de datos. Una demanda que generará 4,4 millones de empleos en todo el mundo en el año 2014.

La era Big Data será una de las mayores oportunidades de la industria tecnológica en los próximos años, según señalan las firmas de análisis de mercado de TIC más importantes. Una oportunidad que dependerá de la capacidad de las empresas e instituciones para adaptarse al proceso de análisis de la información, es decir, uno de los activos más importantes hoy en día para una empresa.

Big Data brinda la oportunidad de analizar las ingentes cantidades de información que procesan diariamente las empresas –datos de clientes, datos del negocio interno, de fuentes estructuradas, datos de la empresa o de los productos o servicios a través de las redes sociales, etc.– y que podrían ser vitales para establecer nuevos modelos de negocio o definir estrategias comerciales. En este sentido, Big Data también ofrece un nicho laboral importante a tenor de las expectativas puestas en este sector de la industria tecnológica. De hecho, según la consultora Gartner, se estima que para los próximos dos años se habrán generado 4,4 millones de empleos en todo el mundo –1,2 millones sólo en Europa Occidental– relacionados con el sector de las Tecnologías de la Información bajo el tirón tecnológico del Big Data.

Hablar de alternativas laborales cualificadas tal y como está la coyuntura económica actual es muy positivo, pero cabría preguntarse qué tipo de perfil es el idóneo para desempeñar estas funciones. De hecho la industria tecnológica ha pasado a determinar el nuevo perfil profesional del científico de datos, es decir, la figura de un profesional especialista en el análisis de datos para convertirlos en información útil basada en la predicción de preferencias y hábitos de consumo, para responder con mayor eficiencia a las necesidades de los clientes y los propios empleados.

En el caso de España, solo un 4,8% de las empresas ha integrado la tecnología de Big Data en sus estrategias de negocio y un 14,6% considera utilizarla en un futuro inmediato, según asegura un informa presentado hace pocos meses por la consultora IDC. Unos datos relativamente bajos teniendo en cuenta las expectativas comerciales que ofrece la tecnología Big Data, aunque la consultora confía en que su implementación sea exponencial en el sector empresarial de nuestro país e incluso augura un crecimiento de hasta el 19,4% para el año que viene.

Además, si comparamos el volumen de información generada y difundida a través de la red en 2010 de 1,8 millones de petabytes, según cifras de IDC, con el número de expertos en la materia, comprobamos que en un futuro inmediato podría suponer un problema de coste de oportunidad importante, si no se toman medidas a corto plazo. De hecho, el crecimiento de la transacción de datos potenciales a través de la red se incrementó en 2010 en un 125% con respecto al año anterior y todos los expertos apuntan a que en los próximos 20 años se alcanzará la asombrosa cifra de 35 millones de petabytes de datos.

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Pero ¿realmente estamos preparados para gestionar tal cantidad de información? A tenor de los resultados de un informe del pasado año del McKinsey Global Institute, se estima una demanda de entre 140.000 y 190.000 profesionales con conocimientos estadísticos y de análisis predictivo para los próximos seis años. Del mismo modo, se espera una demanda en torno a 1,5 millones de directivos con capacidad suficiente para gestionar esa valiosa información como resultado de los algoritmos de análisis de Big Data para la toma de decisiones empresariales.

Llegados a este punto, tendríamos que definir qué es exactamente un científico de datos para evitar confusiones con el perfil del analista de datos o de negocio que conocemos actualmente. Según Gartner, el científico de datos debe tener una buena base de conocimientos informáticos –lenguajes como Hadoop, Pitón, Java o MapReduce–, además de conocimientos de estadística y matemáticas para ser capaz de manejar ingentes cantidades de datos desestructurados. Una base formativa muy similar a la del analista de datos pero con la diferencia de que el científico debe tener conocimientos de la empresa, capacidad de comunicación y formación en marketing en áreas de tecnología y negocio. De hecho, varios informes aseguran que el papel del científico de datos no sólo debe solucionar los problemas estratégicos del negocio sino que, además, debe ser capaz de priorizar en el tiempo aquellas decisiones de negocio sustentadas en datos que ofrezcan una mayor rentabilidad y valor a la empresa a corto plazo.

La era Big Data ya es un hecho y está cobrando especial importancia en el sector económico y empresarial hasta el punto de ser uno de los temas principales del último World Economic Forum. En dicho foro se ha hecho hincapié en el impacto que supondrá para las empresas y las sociedades en general la llegada de Big Data, definiendo a los datos como un activo económico más comparable a las divisas o el oro, según el informe Big Data, Big Impact. Bienvenidos a la era Big Data.

Imágenes | morguefiles

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