La carrera espacial es el objetivo todavía perseguido y ansiado por muchos, pero, al margen de países concretos, son dos las grandes compañías que, en estos momentos, tienen en su haber la posibilidad de conquistarlo: SpaceX y Blue Origin.
La carrera por la conquista del espacio no es algo nuevo. Sin embargo, sí se ha producido un matiz diferente en este proceso, y es que, esta carrera ha dejado de ser una competición exclusiva de los distintos países para dar el salto al sector privado de la mano de dos grandes compañías: SpaceX y Blue Origin.
Elon Musk, CEO de SpaceX; y Jeff Bezos, CEO de Blue Origin, colman titulares en los medios de comunicación debido a sus avances en el camino por conquistar el espacio. Pero su viaje, aunque pueda parecer muy similar, tiene alguna que otra diferencia. Te explicamos cuáles.
Distintos destinos a conquistar
Sí, está claro que ambos titanes quieren ser los reyes de la batalla por el espacio exterior, pero en su travesía no se han propuesto llegar a los mismos destinos.
Marte es el destino al que Elon Musk quiere llegar. Sin duda, un lugar exótico y atrayente para muchos, pero a evitar si a uno no le gustan en mucha cantidad las radiaciones. Tan solo un viaje de ida a Marte podría acarrear problemas serios de visión, demencia o cáncer en los astronautas, debido a que la carga de radiación que deberían soportar sería 15 veces superior al límite que soporta por año el trabajador de una planta de energía nuclear.
Mientras SpaceX centra sus esfuerzos en Marte, Blue Origin se ha fijado un objetivo distinto al planeta rojo. Y es que, parece que a la compañía de Bezos eso de «estar en la luna» no le suena nada mal. Nuestra principal satélite es su prioridad, y establecer viajes con ese destino es la finalidad de su trabajo.
Objetivos dispares
Marte y la luna. La luna y Marte. Los destinos están claros y, al igual que ellos, los objetivos que cada compañía persigue en su conquista también difieren.
Blue Origin sueña con democratizar los viajes a la luna, haciéndolos tan sencillos como comprar un simple billete de metro. Aunque, eso sí, por el momento, los precios son un tanto más elevados, y tan solo están al alcance de aquellos turistas cuyas cuentas corrientes no alberguen menos de algún que otro millón.
Una idea con la que no comulga Musk, quien va más allá y, como si de la «tierra prometida» se tratase, pretende colonizar Marte. Hasta el momento, la compañía se ha centrado en mandar satélites y equipos de investigación al espacio, pero prometen que los viajes con personas reales comenzarán muy pronto. Tanto que el CEO de SpaceX ya ha anunciado que dos personas anónimas han dejado una importante fianza para que se les reserve su asiento.
La reutilización por bandera
La carrera espacial es costosa, y eso lo saben bien las dos compañías que ya han hecho su apuesta por los cohetes reutilizables. Una manera de reducir los costes en esta batalla que también ha marcado ya las diferencias entre ambos players.
SpaceX fue el primero en usarlos y junto a sus naves, aún en desarrollo, tratará de trasportar a Marte hasta a cien pasajeros al mismo tiempo. Por su parte, Blue Origin ha decidido quitarle el título de la exclusividad en lo que al uso de cohetes reciclables se refiere. La compañía de Bezos ha anunciado que usará una técnica propia que podría ser más efectiva que la de su competencia. Una noticia real que ya se ha dejado ver el envío de un cohete de Blue Origin al espacio, que se aterrizó, volvió a enviarse y aterrizó por segunda vez, dando muestra de su potencial para reciclar.
Presencia en medios de comunicación
Las redes sociales parecen el territorio perfecto para Elon Musk. Aquí se mueve como pez en el agua y no tiene reparo alguno en compartir todas las novedades relativas a su compañía en el camino por la carrera espacial.
Un hábito que no comparte para nada el CEO de Blue Origin. De hecho, su presencia personal en los medios de comunicación es bastante escasa y prefiere reservar los logros de su compañía para los comunicados oficiales.
Diferencias, al fin y al cabo, en la visión por abordar una conquista espacial cada vez más prometedora y llena de posibilidades.