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Datificación: qué es y cómo se relaciona con la IA

La inteligencia artificial (IA) ha alcanzado avances sin precedentes. Tantos que, actualmente, una máquina es capaz de acumular años de conocimientos en cuestión de minutos. Todo esto es posible gracias a la datificación.

Es por esto por lo que a continuación te contamos cómo el análisis de un simple dato puede incluso cambiar nuestras vidas.

¿Qué es la datificación?

La datificación básicamente consiste en procesar información hasta convertirla en datos. En este sentido, este proceso permite medir, almacenar y consultar posteriormente estos datos mediante herramientas tecnológicas.

Hoy en día, existen cada vez más situaciones de la vida que son digitalizadas. Por lo que los datos que se producen pueden predecir acciones o sugerir cosas gracias a la IA.

Todo esto nos lleva al big data, un término que describe un gran volumen de datos que pueden ser estructurados o no. Su importancia radica en que el análisis de estos datos puede favorecer a obtener ideas que conduzcan a tomar decisiones en el ámbito político, económico o social.

En este sentido, la complejidad del big data radica en que los datos son generados por tecnologías modernas. Por ejemplo, páginas webs, vehículos, búsquedas en Internet, redes sociales, teléfonos inteligentes, dispositivos GPS, wearables, entre otros.

En resumen, la datificación es útil para las empresas. Su análisis proporciona respuestas y puntos de referencia difíciles de obtener sin el uso de la tecnología. Así, el big data permite hacer negocios de forma inteligente al:

  • Optimizar la toma de decisiones.
  • Reducir costos.
  • Encontrar nuevas oportunidades analizando las necesidades y satisfacción de los clientes.
Datificación
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Ejemplos de su aplicación

El principal ejemplo de la aplicación de la datificación es el Internet de las cosas (IoT). Este se define como el proceso que permite conectar artículos físicos y cotidianos con el Internet. Por ejemplo:

  • Bombillas de luz.
  • Interruptores.
  • Sensores.
  • Electrodomésticos y más.

Ahora bien, todos estos dispositivos tienen la facultad de recopilar datos. En este sentido, el funcionamiento del IoT consiste en enviar, recibir y analizar los datos de forma permanente en un ciclo de retroalimentación.

Por ejemplo, un termostato inteligente recibe datos de tu ubicación, provenientes de un automóvil inteligente. De esta manera, ambos dispositivos se conectan para ajustar la temperatura de tu casa cuando ya no te encuentras allí.

Importancia de la inteligencia artificial en los datos

La IA es lo que hace posible que los dispositivos aprendan de la experiencia, con el fin de realizar nuevas aportaciones para los seres humanos. En este sentido, las computadoras pueden aprender ciertas tareas específicas:

  • Procesando grandes cantidades de datos.
  • Reconociendo patrones en estos mismos.

En este sentido, la inteligencia artificial saca el mayor provecho de los datos a través de algoritmos de aprendizaje progresivo.

Por ejemplo, en lugar de automatizar tareas manuales, automatiza el aprendizaje empleando redes neuronales que tienen muchas capas ocultas. En consecuencia, cuantos más datos se proporcionan a la IA, esta se vuelve más precisa (SAS, 2022).

Por ejemplo, cada interacción que se realiza con Alexa, Google Maps o Google Photos generan datos. Y, mientras más se usen, su inteligencia artificial se vuelve aún más precisa. De hecho, algunas tecnologías del IoT pueden analizar datos casi de inmediato.

Entonces, retomando el ejemplo del termostato, el sistema de IoT se conecta a Google Maps, con el fin de obtener información sobre el tráfico en el área. Por otro lado, el automóvil recopila datos sobre los hábitos de conducción y así la IA puede controlar el termostato de forma precisa antes de volver a casa.

De hecho, otro ejemplo de la precisión de la IA tiene que ver con el campo de la medicina. Actualmente, la clasificación de figuras y el reconocimiento de objetos tienen la capacidad de detectar cáncer en imágenes de resonancia magnética. Todo esto basado en el aprendizaje profundo. En resumen, la datificación es lo que hace posible que casi cualquier información se convierta en dato. Y, por su parte, la IA hará de estos datos un aprendizaje empleado para ofrecer a los humanos respuestas, aportes e incluso una mejor calidad de vida gracias a la tecnología.

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