El inestimable impacto de las tecnologías accesibles para mejorar la vida de las personas con discapacidad

Llevamos años inmersos en una revolución tecnológica sin parangón, que en muy poco tiempo ha cambiado nuestra forma de relacionarnos, de divertirnos, de acceder a todo tipo de servicios, de estudiar y de trabajar. Nuestro día a día en 2022 no tiene nada que ver con el de hace unas décadas y, aunque es difícil predecir el futuro, se espera que nuestras rutinas sigan cambiando en próximos años gracias a disrupciones tecnológicas como, por ejemplo, el metaverso.

Pese a que las nuevas tecnologías llevan aparejados algunos riesgos, a los que debemos estar atentos, es incuestionable su potencial para mejorar la vida de las personas e impactar positivamente en la sociedad. Implicaciones sobre la salud, el empleo, el acceso a información, el aprendizaje… Las ventajas son innumerables. Sin embargo, existen colectivos y grupos poblacionales a los cuales esta tecnología impacta todavía de forma más directa si cabe, suponiendo una oportunidad inestimable para derribar barreras que, hasta ahora, parecían insalvables.

Es el caso de las personas con discapacidad, que gracias a los avances tecnológicos ven como muchas de sus rutinas y tareas diarias pasan a ser mucho más fáciles. La tecnología ya ofrece equipos y programas para, por ejemplo, aumentar la audición, la visión o la movilidad, o para posibilitar una mejor adaptación al entorno a personas que tienen este tipo de discapacidades.

Por ello, la responsabilidad y el reto de las organizaciones que lideran esta revolución hacia las personas con discapacidad es enorme. Empresas como Telefónica tienen la responsabilidad de garantizar que nadie se quede atrás en el acceso a las ventajas de este nuevo mundo digital, asegurando que las nuevas tecnologías son accesibles e inclusivas para personas con discapacidad desde el inicio, y velando también porque las instalaciones y canales a través de los cuales se relaciona con sus grupos de interés sean accesibles para todas las personas.

Las empresas comprometidas con la inclusión, así como el resto de las organizaciones e instituciones con responsabilidad en este proceso, deben siempre partir de escuchar las necesidades e inquietudes de las propias personas con discapacidad. La razón es, por supuesto, ética, pero sin olvidar que satisfacer las demandas del mercado de personas con discapacidad supone también una oportunidad de negocio.

Para entender mejor cómo la tecnología y la digitalización impacta en el día a día de las personas con discapacidad, y cuáles son las inquietudes que estos avances generan en este colectivo, hemos querido contar con tres breves reflexiones de profesionales con discapacidad que trabajan en ámbitos diversos: Cristina Dueñas, ingeniera mecánica y especialista en accesibilidad en Accesscity; Alexandra Pérez, licenciada en periodismo; y Diego López, que afortunadamente desde hace unos meses trabaja en el equipo de Arquitectura y Tecnología TI de Telefónica de España.

Cristina Dueñas: “no siempre la tecnología es la solución, pero sí en muchos casos una gran aliada”

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Imagen cedida por Cristina Dueñas

En mi caso, tengo una discapacidad física y desde mi experiencia la tecnología ha propiciado que yo pueda teletrabajar, lo que me repercute en grandes beneficios para mí, entre otros, como la flexibilidad para poder asistir a consultas médicas y comodidad.

Yo sólo soy un perfil entre un montón y habrá personas con discapacidad que se sientan reflejadas y otras no, depende de cada discapacidad y de las necesidades de cada persona.

Sin embargo, me gustaría poner el foco en que cuando a una persona se le ofrece trabajar desde casa, la tecnología utilizada para desarrollar las tareas debe ser accesible y compatible con los productos de apoyo que necesite cada persona. Al final, la tecnología debe ser un instrumento para potenciar las capacidades de cada persona, no para aislarla ni discriminarla, es por ello por lo que se debe preguntar al trabajador o trabajadora qué adaptaciones necesita.

No todos los trabajos se pueden desarrollar desde casa, y tampoco con tecnología, ya que muchos requieren de la presencialidad y del trabajo manual. Existen personas con discapacidad que se decantan por este último tipo. Por lo tanto, no siempre la tecnología es la solución, pero sí en muchos casos una gran aliada que puede contribuir al crecimiento laboral de muchas personas.

Lo importante es que todos y todas tengamos nuestra oportunidad de trabajar.

Margil Alexandra Pérez: “gracias a las tecnologías accesibles he podido desarrollar mi vida de manera plena”

Mi nombre es Alexandra Pérez, tengo 32 años, soy licenciada en Periodismo y discapacitada vocal por una laringectomía total realizada en el año 2010. La vida me cambió rotundamente tras esa cirugía, la agradezco enormemente ya que gracias a ella hoy tengo vida y salud. Me la realizaron estudiando los últimos semestres de la carrera de Periodismo, y puedo decir que, gracias a las tecnologías accesibles, que día a día han ido avanzando exponencialmente, he podido desarrollar mi vida de manera plena en todos los ámbitos.

Recién operada solía usar aplicaciones de generador de voz, que me facilitaba la manera de comunicarme más rápido con las demás personas, y poder sentirme plena e independiente al salir a la calle o buscar algún empleo. El reinsertarme a la sociedad fue mucho más fácil contando con ciertas herramientas de accesibilidad.

Ahora, después de once años de operada, ya he aprendido a hablar con voz esofágica, sin embargo, siempre tengo a disposición programas y aplicaciones que me han servido para comunicarme y hacer enlaces con personas con mi misma discapacidad, y así compartir experiencias y anécdotas que nos ayuden en cualquier altibajo de nuestra condición.

El mundo digital y las nuevas tecnologías nos han cambiado la vida, sin duda, para bien, y el comunicarnos de manera rápida y eficaz se ha vuelto algo muy sencillo. Gracias a las tecnologías accesibles, las personas con discapacidad podemos trabajar, relacionarnos y llevar una vida plena.

Diego López Tinahones: “la tecnología me ha permitido no tener que abandonar mis pasiones”

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Imagen cedida por Diego López

La tecnología hace años que se ha convertido en algo inherente al ser humano, algo que se ha convertido en el día a día de muchos, que se ha introducido en la mayoría de las profesiones y trabajos, convirtiéndose en una herramienta que facilita el día a día de muchas personas.

Quiero retomar esta última frase para explicar cómo ayuda la tecnología a un estudiante de ingeniería informática con discapacidad visual. Creo que hay pocas carreras donde la informática se encuentre tan integrada en el plan de estudios como en esta, lo que implica que siempre deba interactuar con equipos informáticos de todo tipo, así como con diferentes programas. ¿Te imaginas lo difícil que sería manejar tu móvil sin mirar durante todo el día? Pues esta es la dificultad a la que me tendría que enfrentar si no fuese por la tecnología.

Gracias a la tecnología que ha podido romper esa brecha tecnológica que hay entre personas como yo, que día a día deben lidiar con la discapacidad y la innovación, la cual avanza de manera exponencial. Gracias a las mejoras de accesibilidad pueden interactuar con más dispositivos sin dificultad, ya sea leyendo un libro, estudiando, viendo una película o incluso programando.

Por las razones que he dicho anteriormente, la tecnología para mí es una herramienta que me ha permitido no tener que abandonar mis pasiones como, por ejemplo, la lectura o disfrutar de un buen largometraje, significando un aspecto crucial en mi día a día y sin el cual no podría vivir.

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