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De Mario a Miles Morales, la evolución gaming desde la primera videoconsola hasta hoy

La Navidad ya ha llegado a tu.com. Si esa persona tan especial se denomina a sí mismo como “gamer”, se olvida hasta de comer cuando sale el último lanzamiento en juegos o ha estado encerrado durante horas pulsando el F5 para conseguir una PS5 o una Xbox series X, estás de enhorabuena. En nuestra sección de gaming lo tendrás fácil para encontrar el regalo perfecto. Pero si además te quieres lucir y demostrar que has hecho los deberes, toma nota. Te vamos a contar la evolución de una industria que (aunque te cueste creerlo), hoy en día y gracias a los e-sports y a un fandom muy muy fiel supera en tamaño a las industrias del cine y la música juntas.

Los complicados inicios

Si jugamos a que aciertes la primera videconsola, estamos seguro de que perderás. Este honor corresponde a la Odissey de Magnavox, la primera consola lanzada al mercado en 1972. Sin embargo, si te hablamos de Atari, probablemente se te enciendan más luces: la Atari 2600, lanzada 5 años después, fue la responsable de horas y horas de entretenimiento entre los más talluditos de la casa con títulos tan famosos como Space Invaders o Pac-Man. Contaba con la increíble cantidad de 16 colores y los juegos intercambiables venían en cartuchos, un formato que se mantuvo durante muchos años.

Los 80, o cómo los 8 bits cambiaron la industria

Pocas veces un término tan técnico ha logrado sobrevivir en nuestra memoria y convertirse en algo nostálgico y vintage, pero los 8 bits lo han conseguido.

Este cambio en los procesadores permitió una evolución radical de los gráficos y 2 compañías japonesas protagonizaron una guerra épica en los hogares de aquellos años, siendo la primera experiencia con videojuegos de millones de niños que aún hoy continúan con esa afición.

Y de un nombre tan… japonés como fue “Nintendo Entertainment System” (NES para los amigos), la consola que Nintendo lanzó al mercado en 1986, nació un personaje tan entrañable como Super Mario Bros, franquicia que ha perdurado en el tiempo y sigue siendo sinónimo de diversión a fecha de hoy.

Y si Nintendo tenía un fontanero, Sega, la otra gran protagonista de los 8-bits, contrató a… un erizo. Sí, Sonic The Hedgehog se convirtió en el principal rival o némesis de Mario para dar vida a la Master Sytem, la única consola que consiguió hacer sombra a la NES.

Los 90: empieza la guerra de los bits (y los formatos)

A finales de los 80, Sega se adelantó a la industria al introducir la primera consola de 16 bits, la MegaDrive, la primera de las llamadas consolas de cuarta generación.

En esta generación, Nintendo lanzó la mundialmente famosa Super Nintendo, de la que recientemente lanzaron una reedición en pequeño tamaño con los juegos precargados para los más nostálgicos de la casa. Nintendo empieza a marcar un estilo muy definido continuando franquicias tan famosas como Mario, del que ya hemos hablado, y otras como Donkey Kong, Zelda (Nota para los no-creyentes: ¡Zelda es la chica! Sí, el protagonista masculino de los videojuegos de la saga Zelda se llama Link, Zelda es la poderosa princesa con bastante mala suerte) o Kirby.

Sega comenzó su declive en Japón, no teniendo tanto éxito con esta consola como su principal competidora, la Super Nintendo, aunque lo suplieron con creces en EEUU, Brasil y Europa, lo que les permitió mantenerse fuertes.

Y llegamos a 1994. Intrigas, un contrato roto con Nintendo y un ejecutivo japonés, Ken Kutaragi, apasionado de los videojuegos y con mucho tesón. Todo esto que podría ser el argumento de una serie de Netflix, desembocó en el lanzamiento de la Sony Playstation, que fue un éxito arrollador. El uso de los 32-bits y el formato CD-ROM, propiedad de Sony, en lugar de los tradicionales cartuchos, propiciaron que Sony se posicionase rápidamente como uno de los grandes competidores de la industria en todo el mundo. La Playstation original llegó a vender más de 100 millones de unidades y marcó el comienzo del declive de Sega, que ni con la Sega Saturn (32 bits) ni con la Dreamcast (64 bits) consiguió mantenerse a rebufo. La Dreamcast sería la última consola que fabricaría Sega, decidiendo orientar su estrategia al Arcade y no al software doméstico.

La aportación de Nintendo a la quinta generación fue un salto directo los de 16 a los 64 bits, y para alardear de esto, la consola se llamó simple y llanamente “Nintendo 64”. Nintendo comienza así a empezar a desmarcarse de la competencia a base de jugabilidad e innovación. El primer stick analógico que vimos en un mando o el “rumble pack” que permitía añadir vibración a los juegos fueron las bazas de un Nintendo que vio que la guerra por la potencia iba a ser complicada y prefirió decantarse por un estilo y una jugabilidad propios que les ha hecho mantenerse hasta la actualidad.

Espera, espera, espera… ¿y dónde está la Game Boy?

Los años 90 fueron también la década en la que se popularizaron las consolas portátiles. La Game Boy de la que Nintendo llegó a vender más de 200 millones de unidades entre todas sus generaciones (Game Boy, Game Boy Color y Game Boy Advanced) y la Game Gear que lanzó Sega, que a pesar de ser claramente superior a Game Boy, su escasa autonomía y su gran tamaño impidieron arrebatarle a Nintendo la dominancia en portátiles.

2000: mientras evolucionan Sony y Nintendo, llega Microsoft

El efecto 2000, que al final no fue tanto, nos trajo a un nuevo competidor para ocupar el vacío que dejó Sega: Microsoft se unió al carro de la sexta generación con un nombre que ya te será más familiar: Xbox.

La sexta generación viene marcada por el moderado éxito de la Nintendo Game Cube frente a la explosión que supuso PlayStation 2, la consola más vendida de la historia con 160 millones de unidades, incorporando el DVD como soporte para los juegos.

Microsoft se convertiría así en el tercero en discordia del mundo de las videoconsolas, continuando este triunvirato hasta la actualidad.

A mediados de los 2000, estrenamos la séptima generación.

Mientras Sony y Microsoft se abandonan a la guerra de la potencia, con la Playstation 3 y la Xbox 360 respectivamente, Nintendo da otro puñetazo en la mesa de la innovación en la jugabilidad: Nintendo Wii populariza los primeros controles con detección espacial (los Wiimotes) y en el terreno portátil, lanza la famosa Nintendo DS, la sucesora de la Game Boy con 2 pantallas, una de ellas táctil. Estos movimientos hicieron que Nintendo adoptase un público muy fiel y consiguiese entrar en las casas de gente que, a priori, no se consideraban “gamers”. La Nintendo Wii consiguió hacerse con el cetro de las consolas sociales, familiares y con experiencias multi-jugador. ¿Quién no ha retado a sus amigos a una partida al tenis en el Wii Sports?

Sony intentó replicar el éxito de Nintendo en el área portátil, y aunque sin llegar a las mismas ventas, consiguió cierto éxito con las versiones de PlayStation Portable: PSP, PSP 3000, PSP Go y PSP Vita).

En esta generación fue también donde se popularizó y democratizó definitivamente uno de los grandes sectores de la industria: el juego online.

2010: momento de la octava generación

Nintendo, que siempre ha sido una de cal y otra de arena, estrena la octava con un discreto remake de la Wii, la Wii U, que pasó sin pena ni gloria por la historia de las videoconsolas. De los más de cien millones de Wiis vendidas, Nintendo no consiguió colocar más de 14 millones de Wii U, pero manteniendo el tirón de las portátiles con la familia que estrenó la 3DS: la primera consola capaz de mostrar gráficos 3D reales (con profundidad de campo), sin necesidad de gafas o accesorios.

Sin embargo, Sony y Microsoft dominaron el sector sobremesa con la familia Playstation 4 y la Xbox One.

En estos años además hemos visto cómo el sector se expande y crece sin parar, abriendo sectores como la realidad virtual (Oculus, HTC Vive y Playstation VR han sido los máximos exponentes de un sector que continúa siendo algo nicho pero tiene un gran potencial) y los juegos en streaming, o Cloud gaming, de los que hablaremos más adelante.

Nintendo, después del “fracaso” de Wii U, volvió a reinventar la rueda lanzando en 2017 la Nintendo Switch: la primera consola “híbrida” que puede jugarse tanto en modo portátil como conectada al televisor. Para ello, cuenta con los Joycons, unos mandos que se separan de la consola y se pueden utilizar también de forma inalámbrica.

Novena y ¿última? generación: la era del cloud gaming

2020, además del coronavirus, nos ha traído los nuevos lanzamientos de Sony y Microsoft. La Xbox Series, con las versiones X y S, y la Playstation 5, con las versiones Standard y Digital Edition nos han traído avances espectaculares en materia técnica:

resoluciones 8K HDR, tasas de refresco hasta 120fps y tiempos de carga casi inexistentes gracias a los discos duros de última generación.

Pero… ¿será la última generación de consolas tal y como las conocemos?

Las nuevas tecnologías de internet de muy alta velocidad y baja latencia, como las redes de fibra para el hogar o las nuevas redes móviles 5G que se están desplegando han permitido lo que hasta hace muy poco era impensable y conocemos como Cloud Gaming: los juegos se ejecutan en un servidor directamente, con lo que podemos usar cualquier pantalla para jugar sin necesitar de la potencia de las consolas.

Esto ha permitido que, aparte de Microsoft con Xbox Game Pass o Sony con Playstation Now, hayan entrado otros competidores como Nvidia con el servicio GeForce NOW o el mismísimo Google con Stadia.

Es bastante probable que, en cuestión de pocos años, la consola como tal vaya desapareciendo gradualmente y empecemos a jugar con nuestros tablets, smartphones y pcs indistintamente.

El futuro ya está aquí y en tu.com estaremos como siempre ofreciéndote lo último en tecnología para que puedas exprimir a tope estos servicios.

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