Los procesos de selección están cambiando más que nunca. A nadie le extraña ya que campos como la psicología entren en juego en los procesos de reclutamiento pero, además, durante los últimos años se ha popularizado una nueva técnica, la gamificación en selección.
En términos generales, la gamificación consiste en la aplicación de técnicas y conceptos de teoría de juegos a contextos ajenos a ellos. La finalidad de utilizar la gamificación en el proceso de reclutamiento se basa en incorporar a los mejores talentos para el puesto de trabajo que se pretende cubrir.
Con estas técnicas, las empresas pueden medir indicadores como la capacidad de toma de decisiones, el liderazgo o la resistencia a la frustración a través del comportamiento durante un juego en una plataforma digital, capacidades y habilidades que mediante los métodos tradicionales, como las entrevistas personales, son muy difíciles de medir.
Los beneficios del digital recruitment favorecen tanto a la empresa reclutadora como a los candidatos. Para la empresa, la gamificación supone un ahorro de tiempo, evitando así la realización de infinitos procesos de selección; además, el proceso se vuelve mucho más lúdico y objetivo, ya que no entran en juego aspectos de carácter personal o subjetivo.
Para los candidatos, se eliminan los nervios, la tensión y la presión asociados a las entrevistas comunes, lo que permite obtener un feedback mucho más realista y continuo. Además, para las empresas, la gamificación a través de plataformas digitales también trae consigo otras ventajas, como la posibilidad de atraer a un mayor número de candidatos, la potenciación de la imagen innovadora de la empresa y la difusión de su cultura corporativa, el hacer más atractivo el proceso y aumentar la motivación de los candidatos.
Aunque cada empresa puede implementar el método que prefiera y personalizar el proceso, lo importante es que el juego debe adaptarse a las necesidades laborales requeridas y contar con unos objetivos perfectamente definidos. Además, el juego debe ser atractivo y los candidatos deben sentirse tentados para participar; así, se logra un mayor sentimiento de pertenencia a la empresa, algo que resulta muy positivo tanto para el empleador como para el empleado.
Es posible utilizar diversos medios de gamificación, como concursos de preguntas, búsquedas del tesoro, tablas de clasificación y recompensas, videojuegos, retos de diseño o desafíos de codificación.
Llegados a este punto, la pregunta que debería surgir es: ¿los resultados de la gamificación son más fiables que los resultados de la valoración presencial? Aunque no existe una única respuesta, la realidad es que muchas empresas aseguran que los candidatos con las puntuaciones más altas en los rasgos que buscaban en el proceso de gamificación también los presentan durante el proceso presencial.
Por lo tanto, aunque no se deben descartar los procesos presenciales y tradicionales, está claro que la gamificación aplicada a procesos de selección resulta de mucha utilidad a los departamentos de Recursos Humanos.
En conclusión, la gamificación podría convertirse en la revolución que permita progresar y superar los métodos tradicionales de reclutamiento y, de esta forma, mejorar la búsqueda del candidato ideal, ya que lo que las empresas buscan es, en definitiva, conocer a los candidatos más allá de sus currículums.