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Guía para reservar online el mejor alojamiento

Sitios como AirBNB han facilitado mucho el proceso de alquilar departamentos y casas en otras ciudades. Pero también obliga a los viajeros a conocer nuevas formas de reservar y tratar con los anfitriones. Esta guía te dará una serie de consejos para hacer esa experiencia mucho más fácil.

Algunos años atrás, alquilar departamentos en otras ciudades era un proceso bastante complicado, tanto a la hora de investigar como de pagar. Nuevas propuestas como AirBNB han facilitado ese proceso de alquilar casas y departamentos. También integraron más herramientas de recolección de información, como los comentarios, las evaluaciones por parte de los huéspedes y la facilidad de acceder a una plataforma de pagos que opera con tarjetas de crédito internacionales.

Sin embargo, operar con un sitio como AirBNB tiene una serie de novedades con respecto a las formas tradicionales de reservar hoteles. Si es la primera vez que vas a usar esta plataforma de alquiler de lugares, esta guía te aclarará muchas dudas.

Hay que tener en cuenta que los departamentos y casas son alquilados por particulares o por inmobiliarias que manejan varias locaciones. Por ello, la variedad de barrios y lugares de la ciudad que se proponen suele ser mayor a la que ofrece la hotelería; los espacios propuestos pueden encontrarse en zonas no turísticas.

Lo bueno de esos lugares no tan céntricos es que suelen ser más económicos; lo malo, es que el transporte puede no ser tan bueno, o la zona no muy segura por la noche. Por ello, el primer paso antes de reservar en un lugar cuyo precio nos parece atractivo, es investigar en Internet sobre los distintos barrios de la ciudad. Podemos ubicarlos en el mapa gracias a Google Maps o recorrerlos mediante Google Street View, disponible en grandes ciudades.

Revisar foros de viajeros y blogs es otra alternativa, ya que las zonas recomendadas para quedarse en cada ciudad es una de las búsquedas más usuales que podemos encontrar en sitios de viajes. Los lugares que nos interesan se pueden guardar fácilmente gracias a la funcionalidad “Lista de deseos” de AirBNB.

Dos consejos: tomar en cuenta el número de comentarios para cada propiedad, y chequear si las fotos han sido verificadas por AirBNB, para no encontrarse con sorpresas al llegar.

Es importante tener claro qué tipo de espacio buscamos, y usar las herramientas de filtrado de contenidos de AirBNB. Podemos seleccionar por tipo de alojamiento, precio y por la cercanía con otros barrios.  Normalmente todos los lugares permiten alojar dos personas, pero algunos permiten sumar a alguien más, aunque hay que agregar algo más de dinero.

Una fuente de información más que relevante son los comentarios. Cada persona que se aloja en un lugar puede calificarlo y dejar comentarios, que van desde la calidad de la estadía en el lugar, hasta la conveniencia de la locación. Igualmente el anfitrión puede dejar comentarios, evaluando nuestro comportamiento y como dejamos el lugar.

Contamos con un calendario que nos marca las fechas en que el lugar está libre. Pero tendremos que ponernos en contacto con el anfitrión para confirmarlo y poder hacer una oferta. En este paso es fundamental contar con un inglés decente a la hora de escribir. Si tus conocimientos de esa lengua son inexistentes, puedes probar con Google Translate; está lejos de ser perfecto, pero es bastante mejor que nada. Junto con el perfil del anfitrión, encontramos los tiempos habituales de respuesta.

El anfitrión puede optar por alquilarnos o no, por lo que es importante forjar una buena reputación en AirBNB, de manera similar a la que podría hacer cualquier usuario de un sitio de subastas.

Una vez que el anfitrión nos da luz verde para reservar, podemos pagar a través de tarjeta de crédito internacional o Paypal. Importante: muchos sitios cobran un seguro por cualquier rotura que provoquemos en la estadía. Si no se producen inconvenientes, ese seguro será reintegrado a la misma tarjeta de crédito que usamos para pagar.

Imagen del interior de una habitación abuhardillada

Antes de llegar al lugar, al menos tres a cuatro días antes, hay que comunicarse por correo electrónico o por teléfono con quien nos alquila el lugar. Quienes gestionan las casas o departamentos tienen sus propias reglas, y es importante conocerlas. Por ejemplo, algunos anfitriones tienen horarios específicos para darnos las llaves del departamento, un tema que puede complicarnos si nuestros horarios de llegada no coinciden.

Normalmente todo esto se arregla con un poco de conversación. Pero recuerden que no es un hotel. Si llegan sin avisar o envían el correo con muy poco tiempo de anticipación, pueden terminar esperando por varias horas en la puerta del departamento o casa.

Es importante que, tras nuestra estadía, califiquemos el lugar donde nos alojamos, con un comentario que se centre en la calidad de la estadía, además de completar otros ítems. Una vez que dejamos el lugar, nos llegará una encuesta para llenar y mejorar la información disponible de cada lugar.

Imágenes tomadas de su Web y su Facebook

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