Diminutos, pero problemáticos. Los microplásticos son fragmentos muy pequeños o microscópicos de plástico que quedan depositados en el medio ambiente y en la cadena trófica. Tardan décadas e incluso siglos en degradarse, por lo que se busca eliminarlos de manera sostenible y eficaz.
Una de las apuestas para reducir la presencia de los microplásticos viene desde China. Un equipo de científicos de las universidades de Wuhan y Guangxi ha creado un filtro hecho de quitina (un derivado del exoesqueleto de algunos animales) y celulosa que captura microplásticos presentes en el agua.
Ct-Cel, el cazador de los microplásticos
El Ct-Cel es un filtro fibroso de biomasa que presenta «una excelente adsorción de poliestireno (PS), polimetacrilato de metilo (PMMA), polipropileno (PP) y tereftalato de polietileno (PET)», según el artículo científico publicado en Science Advances. Estos tipos de plásticos los encontramos en muchos objetos: de textiles a muebles, pasando por todo tipo de envases.
El filtro actúa como un adsorbente. La adsorción y la absorción están relacionadas con procesos de interacción entre materiales. Sin embargo, existe una diferencia sutil. En la adsorción, el material adsorbido permanece en la superficie y en la absorción se queda dentro del material absorbente, como ocurre en el caso de una esponja.
El Ct-Cel retuvo entre el 98% y 99.9% de microplásticos hallados en cuatro tipos de agua: agua de actividad agrícola, de un lago, agua estancada y agua de una zona costera. Los investigadores destacan las «múltiples interacciones intramoleculares» del Ct-Cel, o sea, las numerosas fuerzas internas entre moléculas del material. Esta característica es la que le permite capturar diversas variedades de microplásticos.
El filtro puede usarse varias veces pues su eficacia se mantiene entre 95% y 98% tras cinco ciclos de adsorción. Además, Ct-Cel puede funcionar en presencia de contaminantes, aunque algunos de estos sí reducen su capacidad de adsorción.
Hueso de calamar y algodón
El Ct-Cel es un filtro fibroso de biomasa y está compuesto por quitina, extraída del hueso de calamar, y fibras de celulosa de algodón. Convenientemente, la celulosa es la sustancia más abundante en la naturaleza, seguida de la quitina, que ocupa el segundo lugar.
El estudio reconoce que existen tecnologías para la eliminar microplásticos. No obstante, su fabricación es complicada o los materiales son muy costosos. El Ct-Cel está compuesto por quitina y celulosa, dos polisacáridos comunes en la naturaleza. Además, son dos componentes ampliamente utilizados para eliminar contaminantes en aguas residuales por su bajo costo y sostenibilidad. Asimismo, son biocompatibles, es decir, capaces de interactuar con tejidos vivos o sistemas biológicos sin causar efectos adversos significativos.
Solución prematura pero prometedora
Los científicos chinos reconocen que Ct-Cel se encuentra en una fase de desarrollo temprana. Aún necesitan hacer más pruebas, y pruebas a mayor escala. Ct-Cel no es un invento definitivo, pero sí puede sentar un precedente: «Este trabajo podría abrir perspectivas para el uso de materiales funcionales de biomasa en la remediación (proceso de reparación o solución de un problema ambiental) económica de microplásticos en entornos acuáticos complejos», explican los científicos.
¿Por qué es importante eliminar los microplásticos?
Los microplásticos son diminutas partículas de plástico, menores a cinco milímetros, compuestas de polímeros y aditivos potencialmente tóxicos. Como explicamos en blog ThinkBig, no solo contaminan mares y océanos, sino que también están presentes en la cadena trófica, o sea, que están en el organismo de animales y, por ende, en el de seres humanos.
Los microplásticos pueden ingresar a nuestro cuerpo a través de la ingesta de alimentos y bebidas, e incluso mediante el aire. Se teme que la acumulación de microplásticos puede resultar nociva para la salud, pero para afirmarlo se necesitan más estudios. Desde la Agencia Europea de Medio Ambiente aclaran que los hay varias investigaciones en curso.