Aún estamos a medio camino para desplegar el 5G y en una fase incipiente de su adopción. Sin embargo, los laboratorios de las empresas punteras de telecomunicaciones trabajan ya en perfilar el 6G. La futura red ni siquiera está estandarizada. De hecho se encuentra muy lejos de estarlo. Solo hay consenso en un esqueleto básico de características y requerimientos. Pero esto no es óbice para que la investigación se suceda.
Uno de los hitos recientes de mayor relevancia ha sido el récord de distancia en una transmisión sobre 6G. En este caso han sido la compañía coreana LG y la sociedad de investigación alemana Fraunhofer-Gesellschaft quienes han llevado a cabo con éxito una conexión a lo largo de 100 metros. Han emitido una señal estable entre dos edificios sobre frecuencias entre 155 y 175 GHz. Para ello utilizaron un amplificador, porque una de las mayores dificultades que implica la futura red es que tiene un rango de alcance corto.
Por eso es relevante el hecho de que estos investigadores hayan logrado llegar a 100 metros de distancia con la señal. Para hacerse una idea de la magnitud del hito cabe recordar que el anterior récord lo tenía Samsung con una distancia de 15 metros. Y esto se consiguió solo unos meses atrás.
Un récord que imprime velocidad a la investigación
El logro en distancia supone un acicate para la investigación general del 6G. Es una contribución a este esfuerzo que no puede ser sino colectivo. Pero también representa un salto de calidad que invita a otros a profundizar en nuevos desarrollos.
El récor de la transmisión en 100 metros se suma a la conseguida solo hace unos meses, de 15 metros. El haber rebasado de una forma tan espectacular la anterior marca indica la aceleración en los trabajos que se están dando en torno a la futura red. Y es que de esta forma se afronta uno de los retos más complejos a la hora de materializar el estándar que está por venir. No es sencillo conseguir la estabilidad de la señal y transmitirla a grandes distancias.
El 6G se presenta como un vehículo muy potente para comunicar, pero es fácil que la señal se quede corta y se logre dirigir al punto de destino adecuadamente. De ahí la importancia de este hito, que ha empleado un tipo de amplificador con una tecnología de ‘beamforming’ adaptativa, que permite enviar la misma señal a través de múltiples antenas desde un solo punto de acceso. Esto abre las puertas a nuevas fórmulas que exploren los límites en la distancia de transmisión.
La investigación de LG y la Fraunhofer-Gesellschaft supone también colocarse un pequeño escalón más cerca de las telecomunicaciones sobre el espectro del Terahercio. Un espacio que el 6G está destinado a penetrar cuando se consolide como tecnología.
Además, el hito supone la confirmación de que las expectativas de desarrollo del 6G son importantes. Eso a pesar de que la industria se encuentra ahora enfrascada en el despliegue y la adopción del 5G. Pero, como se puede ver por los avances en 6G, la investigación sigue apuntando al futuro. Entre otras cosas porque hay tecnologías que recibirán un impulso importante con el 5G, como la inteligencia artificial o IoT, pero el futuro estándar servirá para expandir sus horizontes. A esto se suma la previsión de que tecnologías que ahora son solo incipientes, como blockchain, tengan una adopción masiva con la red futura.
Características que se esperan del 6G
Con todo, no se espera que el 6G aparezca a nivel comercial hasta el año 2030. Queda mucho para esto y, desde luego, hasta entonces se dará una adopción masiva del 5G. Con ella quizá surjan nuevas necesidades, que a la postre podrán integrarse en el futuro estándar. Así que es difícil saber a día de hoy qué características finales —así como requerimientos— tendrá la futura red.
Pero hay algunas especificaciones que ya se manejan como propias del 6G, a falta de confirmarse en su estandarización durante los próximos años. La velocidad, que ha sido una de las grandes evoluciones de las redes en el salto a nuevos estándares, crecerá enormemente. Respecto al 5G, el futuro estándar podría ser 50 veces más rápido. Sobre todo se pone como referencia la consecución de un punto de inflexión técnico: llegar a la barrera del Tbps.
En lo que respecta a la latencia, el futuro estándar la reducirá considerablemente. Y es que las tecnologías de IoT, M2M o coches autónomos seguirán en el foco de los investigadores. El retardo de la señal podría disminuir a solamente el 10% del actual 5G. Mientras tanto, las frecuencia que utilizará la red serán muy superiores a as empleadas por otros estándares. Nos moveremos más allá del espectro de los 100 GHz. El Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos (IEEE), como asociación mundial dedicada a la normalización de áreas técnicas, fija las bandas más prometedoras para usar 6G entre los 100 GHz y los 3 THz.