La inversión por parte de las empresas en inteligencia digital es uno de los factores clave en un futuro que ya está aquí. El sector de estas plataformas prevé un aumento considerable en los próximos años.
Esta nueva era a la que nos está llevando la cuarta revolución industrial tiene a la industria tecnológica como gran protagonista. La inteligencia digital nos lleva a contar con las herramientas, el conocimiento y las habilidades necesarias para adaptarnos a los retos que nos trae la digitalización.
Y es que, la rapidez con la que se llevan a cabo los procesos de transformación digital a los que nos enfrentamos es una vía de inversión para las empresas, que implica un procedimiento de mejora en su actividad, y que puede ser un factor diferenciador de la competencia.
En este escenario, el sector de plataformas inteligentes digitales prevé un aumento del 20% en los próximos años, sobre todo en la gestión de los datos, que será el que más crezca, según un estudio de MarketsandMarkets.
Recopilar los datos, sistematizarlos, interpretarlos y convertirlos en información relevante para la empresa debe ser la estrategia principal para permite extraer conclusiones más amplias y específicas.
En definitiva, analizar el comportamiento de los clientes en redes sociales y otras plataformas hace que se puedan personalizar las ofertas para que se adapten más adecuadamente a ellos, con la vista puesta en tomar las decisiones más acertadas y obtener el mayor éxito posible.
Asimismo, los sectores e-commerce y retail serán los que más demandarán este tipo de soluciones, ya que ayudan a conocer verdaderamente al cliente, agregando valor por medio de la segmentación de públicos. En este sentido, los datos y el cliente como valor estratégico deben ser considerados como eje principal de cualquier negocio.
Por último, analizar los datos generados por los clientes y decidir las futuras soluciones tiene que ser algo instalado a largo plazo en la empresa, una estrategia continuada basada en la Inteligencia Digital y así poder contar con una retroalimentación constante.
