Una empresa sueca prepara un nuevo proyecto de agricultura vertical sin luz artificial, que, previsiblemente, estará en marcha en 2020.
Los avances tecnológicos y científicos han cambiado la forma en la que se desarrolla el mundo. Uno de los aspectos más afectados por este hecho ha sido la población. Actualmente, la esperanza de vida se sitúa en 80,6 años en los 35 países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). En cuanto a España, esta cifra aumenta hasta los 83 años de media según un informe de esta organización.
Estos datos de esperanza de vida llevan consigo, irremediablemente, un incremento de la población mundial. Para finales de este año, terminaremos habitando este planeta casi 7.500 millones de personas. Además, el último informe anual de Naciones Unidas prevé que para 2030 seamos 8.500 millones.
Este crecimiento de la población conlleva uno de los problemas más críticos para las próximas décadas: el abastecimiento de alimentación. Para paliarlo, ya se han puesto en marcha sistemas de producción como la agricultura orgánica o la agricultura vertical.
¿En qué consiste esta nueva forma de producción?
El origen de la agricultura vertical se sitúa a finales del siglo XX, cuando el profesor Dickson Despommier, de la Universidad de Columbia, acuñó este término. A él se refería para describir el concepto de cultivar alimentos en zonas urbanas, especialmente en edificio.
Este sistema surgió para dar respuesta a la escasez de la superficie de cultivo. Con la agricultura vertical se maximizaría el rendimiento de la producción. De esta forma, las plantas se cultivarían hidropónicamente, es decir, en una solución de minerales disueltos en agua. Los cultivos se apilarían unos encima de otros y se producirían en los sitios donde se consumen. Así, se evitaría las emisiones de CO2 causadas por los transportes.
Además, este tipo de agricultura se desarrolla con las tecnologías más avanzadas. Mediante sistema de automatización se controlarían la humedad, la temperatura, los nutrientes necesarios, el flujo de aire o la luz artificial. Este último factor es uno de los principales inconvenientes de este sistema, pues se precisa de grandes cantidades de energía. Sin embargo, esto podría reducirse con el uso de energías renovables y otros métodos.
Una agricultura vertical sin la necesidad de luz artificial
En blogthinkbig.com ya hemos hablado en alguna ocasión de las granjas verticales. La empresa AeroFarms abrió el pasado año una superficie de 6.500 metros cuadrados y con una previsión de producción de 1.000 toneladas de verduras de hoja verde en tan solo un año.
Ahora, la empresa sueca Plantagon, dedicada a la tecnología alimentaria, está desarrollando un método de agricultura vertical que no requiere la utilización de luz artificial.
La compañía cogió esta idea de un agricultor orgánico, Åke Olsson, que trazó un sistema de transporte en un invernadero vertical. De esta forma, las plantas irían desplazándose del suelo al techo para coger los nutrientes que requieran de la luz solar.
Con este modelo se proyectó un inmueble sostenible que incorporaría este sistema en su diseño. Actualmente, se está construyendo un edificio de 16 pisos en la ciudad de Linköping (Suecia) que abrirá sus puertas para 2020.
El proyecto, llamado World Food Building, conseguiría producir 550 toneladas de alimentos al año. Una cifra que se espera que abastezca a más de 5.000 personas. Este tipo de agricultura tendría un coste bajo al contar las plantas con una solución rica en nutrientes y agua; así como por la automatización de la temperatura, la calidad del aire o la luz.
Una apuesta que se está convirtiendo en segura en los últimos años. La población necesita alimentos y la agricultura vertical ofrece la flexibilidad para poder cultivar en cualquier espacio, aunque este sea un edificio de 40 pisos. ¿Viviremos pronto rodeamos de cultivos en las grandes ciudades? El desarrollo y la expansión de la agricultura vertical tendrá la respuesta.