Si hay un rasgo que define a la sociedad actual es la hiperconectividad en la que nos encontramos inmersos. Los usuarios de Internet pasaron en 2021 un total de 6 horas y 54 minutos conectados a la red cada día. Una cifra que tiende al alza, siendo las redes sociales las plataformas donde las personas más invierten su tiempo.
Inmersos en este mundo digital adquiere vital importancia construir una identidad digital positiva. Cuando navegamos por nuestro feed, solemos ver un escaparate de vidas perfectas y cánones de belleza irreales y exigentes. Mientras que la realidad es otra. La gente es quien decide qué exponer y cómo exponer un contenido concreto. Lo que puede conllevar, en ocasiones, a un estado de infelicidad constante, tanto para la persona que lo comparte como para quien lo visualiza.
Margarita Álvarez, autora del libro Deconstruyendo la Felicidad y nombrada por Forbes como una de las 50 mujeres más poderosas de España explica que, cuando somos capaces de crear una identidad digital positiva estamos combatiendo esa infelicidad porque nos exponemos de manera auténtica, compartiendo no solo los momentos buenos, sino también los no tan buenos.
Esto va de la mano con cometer el error de confundir la felicidad con alegría. «Es importante entender que la felicidad tiene que ver con la serenidad con la vida«, asegura Margarita.
Consejos para aprender a ser feliz
Aprender a ser feliz es una frase que contiene mucho significado y, probablemente, para cada persona tiene uno diferente. Ser feliz es un trabajo constante que requiere de una inversión de tiempo por parte de cada uno de nosotros.
La felicidad se puede aprender si nos centramos en valorar lo que tenemos a día de hoy. Muchas veces tendemos a enfocarnos en el futuro o, por el contrario, nos quedamos atascados en el pasado. Cuando lo único sobre lo que tenemos cierto control es nuestro presente. Sin embargo, cometemos el error de olvidarnos de ello y, sobre todo, nos olvidamos de disfrutar del camino. Lo que nos lleva a no celebrar y alegrarnos por cada uno de nuestros triunfos.
Estamos tan inmersos en las prisas del día a día que descuidamos los aspectos que realmente importan y que de verdad pueden hacernos felices. Como expone Margarita, lo más importante es empezar por las pequeñas cosas, mantener una mente abierta y flexible y trabajar en mejorar y cuidar nuestras relaciones sociales.
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