La música de Angry Birds hoy suena más que Maná. ¿Será la música de videojuegos la melodía incidental del futuro, el soundtrack de nuestra realidad virtual? Desde los sonidos MIDI hasta Grand Theft Auto V, mucha música ha pasado bajo el puente, y alguna hasta se ha lucido en los Grammy. Aquí repasamos la evolución de la música de videojuegos y su futuro como último reducto de los discos conceptuales, argumentales.
En 1982, Buckner & García editaron un disco titulado Pac-Man Fever, haciéndole un homenaje por track a los juegos de consola, a sus sonidos. Ganó doble disco de oro y se metió de noveno en el Billboard Hot 100. Un brillante acto de ‘proto-geek-ería’.
La banda sonora original de los videojuegos, cuando de un día para otro apareció a través de las videoconsolas en todos los hogares, cambió la dirección de la música. Abrió la compuerta de lo electrónico, de lo robótico, de lo sintético.
La tonada de Mario Bros es reconocida en todo el globo. El soundtrack de nuestras vidas, que en algún momento salió de la radio, luego del cine, luego de la TV, ahora salía del Nintendo y de la PC.
Ahora la banda sonora de Angry Birds o Halo, suena más veces al día que Taylor Swift, o que Maná. Y hasta la Orquesta Filarmónica de Londres interpreta y edita una serie titulada The Greatest Video Game Music (en la gráfica).
Mientras, se dan ambiciosos lanzamientos en prensa solo para anunciar las bandas seleccionadas para acompañar el juego FIFA2013, por ejemplo. De América Latina allí ya han figurado artistas como Cabas, Café Tacuba o La Vida Boheme.
El mercado sigue creciendo, en movimiento monetario y en aspiraciones artísticas. Rockstar games lanzó el soundtrack de Max Payne 3 en formato de audio digital, después del éxito de Sony con la banda sonora de Journey, que llegó al top 10 de ventas en 20 países.
Journey, un trabajo musical conceptual, incluso estuvo nominado al Grammy. Y la evolución continúa. Health, la banda de punk británica encargada de Max Payne 3, grabó mientras veía el videojuego. Ya no es música cinematográfica, es interactiva y experimental.
Al final son excelentes noticias para nosotros, espectadores. Artistas como Trent Reznor se encargan de la música de “Quake”, o de “Call of Duty Black Ops”. Massive Attack se luce con los ambientes sonoros de “Halo 4”.
En Latinoamérica, Sony presentó recientemente al propio Gustavo Santaolalla comentando acerca de la música que compuso para el juego “The Last of Us”. La banda de sonido de este juego de Playstation 3 requirió dos años para su realización, y también se ha editado de forma separada.
El rapero Flying Lotus tiene incluso un canal de radio exclusivo dentro de las emisoras de radio de Grand Theft Auto V, un juego con una arquitectura musical impresionante. Hablamos de emisoras de radio que mimetizan la realidad, programas de deportes, de fanáticos religiosos. Publicidad falsa, sátira verdadera.
Se acercan, como en casi todo ámbito, el mundo tangible con el virtual, como en «Sinécdoque Nueva York». El mundo virtual, de tanto imitar, será más real que cualquier otro. Entraremos a juegos on-line con conciertos digitales que veremos a través de nuestros avatares, más altos y apuestos que nosotros.
Quien sabe, quizás podamos oír, en vivo, a las primeras bandas compuestas solo por inteligencia artificial, componiendo sobre la marcha, con notable talento algorítmico. Quien sabe.
Imagen portada del CD The Greatest Video Games Music