El planeta tiene un tamaño tres veces superior al de la Tierra y se encuentra tan expuesto a la radiación de su estrella que debería haberse evaporado.
Los descubrimientos de exoplanetas se han convertido en un suceso recurrente entre la comunidad científica. Sin embargo, los estudios e investigaciones sobre el universo no dejan de sorprender y cuestionar las teorías aceptadas hasta la fecha.
La búsqueda continua de planetas más allá de las fronteras del sistema solar ha tenido como resultado el descubrimiento de un nuevo planeta neptuniano, el NGTS-4b. Lo que convierte este hallazgo en un hecho tan inaudito es que la ubicación del planeta ha sido determinada en un desierto neptuniano.
El planeta no debería existir
El equipo de científicos de la Universidad de Warwick a cargo del descubrimiento lo ha renombrado como «El planeta prohibido». Tiene un radio solo un 20% más inferior a Neptuno, y se ha encontrado en una zona donde, en teoría, ningún planeta de ese tamaño debería poder existir.
El desierto neptuniano se encuentra a una distancia de 920 años luz la Tierra. Se trata de una región expuesta a una radiación lo suficientemente poderosa como para eliminar cualquier atmósfera gaseosa. El planeta orbita alrededor de su estrella en tan solo 1,3 días, lo que explica que la cercanía sea la causa de los 1.000 grados de temperatura que alcanza.
Un descubrimiento sin precedentes
Esta temperatura es superior a la de Mercurio y provoca que la atmósfera gaseosa de los planetas en esta área se evapore y permanezca únicamente el núcleo de rocoso sólido. Los investigadores han intentado atribuir el sorprendente descubrimiento a un movimiento reciente del planeta al interior del desierto neptuniano”, o bien a que su tamaño fuera tan grande que la atmósfera continúe evaporándose.
Los observatorios espaciales instalados en la superficie terrestre tienen capacidad para detectar planetas que atenúan la luz de su estrella por encima del 1%. El descubrimiento ha sido catalogado como un hecho sin precedentes. “Es verdaderamente sorprendente que encontráramos un planeta en tránsito a través de una atenuación de estrellas con menos del 0,2%. Esto nunca se había hecho antes con telescopios en tierra”, ha declarado el Dr. Richard West, del Departamento de Física de la Universidad de Warwick.