¿Por qué nadie ha predicho la erupción del volcán de Nueva Zelanda?

El pasado lunes el volcán Whakaari situado en la White Island de Nueva Zelanda entró en erupción con la expulsión de rocas y gran cantidad de ceniza ocasionando 5 muertos, 31 heridos y un número indeterminado de desaparecidos.

El pasado lunes, a las 14:11 p.m hora local, se producía la abrupta erupción del volcán Whakaari en la conocida White Island de Nueva Zelanda con la expulsión de rocas y una gran cantidad de cenizas. En ese momento se supo que las consecuencias iban a ser devastadoras y la Agencia Nacional de Respuesta a Emergencias emitió una alerta ante el alto riesgo de nuevas erupciones o terremotos.

Hasta el momento, según las autoridades del país, hay cinco muertos confirmados, ocho desaparecidos y 31 personas hospitalizadas, pero las consecuencias serán más graves en los próximos días. A pesar de que después de lo acontecido las autoridades marcaron un perímetro de seguridad y cancelaron el resto de visitas a la isla, todavía un buen número de personas siguen desaparecidas.

Aviso de riesgo el 3 de diciembre

Al día siguiente todo el mundo se preguntaba cómo podía haber pasado, de forma tan repentina, la erupción de este volcán, todavía si se tiene en cuenta el riesgo de emisiones que suponía. De hecho, este tipo de excursiones es uno de los atractivos más turísticos en Nueva Zelanda y recibe cerca de 10.000 visitantes cada año.

¿Qué pudo haber pasado? Tal y cómo informa la prensa de Nueva Zelanda, un grupo de control de actividad geológica denominado GeoNet aseguró el pasado 3 de diciembre que existía un riesgo de que dicho volcán entrase en actividad eruptiva pero que no era considerado como un peligro real y directo para los turistas.

¿Se pudo haber evitado? El riesgo alertado por GeoNet provenía de la emisión de gases en el cráter y, aunque no era peligroso para los turistas, el lunes estalló una gran columna de humo de 3.000 metros de altura dejando víctimas mortales en el camino. Este fenómeno repentino fue en cuestión de un minuto y «las erupciones imprevistas como la de Whakaari pueden suceder en cualquier momento», ha asegurado el volcanólogo de la Universidad de Auckland, Shane Cronin, a medios neozelandeses.

Un fenómeno difícil de prevenir

El experto ha destacado que las erupciones hidrotermales y freáticas ocurren de forma abrupta y sin apenas mostrar señales de alerta porque «las impulsa la expansión de agua súper caliente que se convierte en vapor. Sólo se detecta cuándo sucede».

Una vez que esto ocurre, la vaporización rompe la roca y estalla expulsando cenizas y rocas en cuestión de escasos segundos, lo cual es potencialmente mortal para las personas que se encuentren cerca por «el trauma que causan al impactar, como por las quemaduras y los problemas respiratorios».

A pesar de que el estudio de los volcanes y la prevención de erupciones ha mejorado durante las últimas décadas gracias a la tecnología, este tipo de fenómenos es impredecible porque el factor desencadenante es el vapor concentrado en su interior y no el magma.

No obstante, las autoridades ya han abierto una investigación para esclarecer responsabilidades ya que, cómo hemos comentado anteriormente, existía un aviso previo del 3 de diciembre de un riesgo de erupción.

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