La plataforma de hardware Arduino, uno de los paradigmas de cómo el código abierto conduce a la innovación, se ha combinado con Linux para lanzar una serie de productos con WiFi. En el encuentro anual ‘The state of Arduino’, Massimo Banzi, uno de los cofundadores del proyecto, entre los que también se encuentra el español David Cuartielles, ha anunciado Arduino Yún, que materializa la incorporación de la conexión inalámbrica a la placa.
Arduino Yún ha sido desarrollado en colaboración con la empresa Dog Hunter, especializada en Linux. Está previsto que sea el primero de una serie de productos WiFi que amplíen las posibilidades de la placa de hardware. Utiliza la distribución Linino, una versión modificada de OpenWRT, una de las más usadas en el sector, sobre una Arduino Leonardo. El papel de Linux en este caso es asegurar la autenticidad del software que se instale en el dispositivo.
Yún significa ‘nube’ en chino y el nombre hace referencia a la capacidad de la placa para conectar con servicios web directamente, a través de la conectividad inalámbrica. La memoria limitada de Arduino lo ha puesto difícil tradicionalmente para interactuar con plataformas online complejas, las cuales necesitan un uso de RAM considerable. La diferencia con la nueva versión de la placa es que esta tiene la capacidad para delegar todas las conexiones de red y el procesamiento de las transmisiones HTTP a la máquina de Linux.
Así, Arduino Yún no se satura y se acerca más al concepto de ordenador tradicional que está en la mente de cada uno. Dispone de un puerto USB para conectar dispositivos y una ranura para tarjetas micro SD, con el fin de complementar la capacidad de almacenamiento. Los responsables del proyecto han confirmado en el blog oficial de Arduino que el nuevo producto llegará a finales del mes de junio. Se podrá adquirir por un precio de 69 dólares, más impuestos.
Programando Arduino Yún
La nueva placa puede programarse de la misma forma que se hacía con Arduino, conectándola al ordenador a través de un conector micro USB. Además, gracias a la incorporación de WiFi también se puede establecer una comunicación de forma inalámbrica. Cuando se enciende, el dispositivo crea una red llamada ‘Arduino’, convirtiéndose en un punto de acceso. Mediante el navegador se puede configurar y reiniciar la placa. Después, al entrar en el entorno de desarrollo se puede ver la dirección IP, en lugar del nombre del puerto, que permite acceder al dispositivo.
Yún, al igual que su modelo de origen, está pensado para estimular la programación de aplicaciones. Para facilitar este fin el equipo de Arduino ha llegado a un acuerdo con la startup Temboo, que proporcionará acceso a más de 100 APIs de un solo punto de contacto. Los desarrolladores tendrán la posibilidad de cruzar datos procedentes de diferentes plataformas, como Twitter y Facebook o incluso PayPal.
Las posibilidades de Arduino
El carácter abierto –y económico– de Arduino ha propiciado que a la placa le surjan múltiples aplicaciones. En la comunicación M2M tiene una de sus bazas, ya que resulta muy adaptable para conectarse a sensores y recoger información de los mismos, enviando una respuesta a otro punto. Pero también existen otro tipo de usos, más alejados del ámbito profesional, aunque sin salirse del todo de la órbita.
La empresa que fabrica las piezas de aluminio Makeblock, que sirven para construir estructuras de cierta complejidad, decidió hace unos meses añadir componentes electrónicos a su producto. Arduino fue la placa escogida, que se acoplaba a las piezas para crear un vehículo que se controla a través de una aplicación de smartphone. Desde la compañía afirman que los pasos para llevar a cabo las tareas de construcción son accesibles para todos y no es necesario ser un técnico para realizarlos.
Los españoles Ignacio Cabra y Tero de la Rosa, del programa Talentum, también se sirvieron de Arduino para crear un producto innovador, que les valió quedar finalistas de la European APPCUP 2013, convocada por Microsoft. Su logro fue crear Metroduino, una aplicación para Windows Phone 8 que pudiera controlar cualquier dispositivo electrónico basado en las placas de hardware abierto.
El éxito de este tipo de hardware se refleja en la proliferación de nuevos productos de características similares. Ya existen varias alternativas a Arduino en el mercado, aunque las características de cada una difieren, ya sea en el software que admiten o en la finalidad para la que están construidos. Pese a ello todos comparten la ambición de servir como una fuente de experimentación accesible al gran público.