El ser humano siempre ha dependido, de una u otra manera, de la energía solar. Pero no ha sido hasta la segunda mitad del siglo XX que fue capaz de convertir las ondas solares en electricidad. Hasta el punto de que hoy es una de las fuentes renovables más utilizadas. Tanto en España como en otros países proliferan las instalaciones solares. Y esto tiene una consecuencia. ¿Qué hacemos con los paneles solares cuando dejan de funcionar? ¿Se pueden reciclar las placas solares para incrementar así la sostenibilidad?
Cuando hablamos de energía solar, eólica o hidráulica, solemos considerarlas fuentes limpias, porque no generan dióxido de carbono ni contaminan tanto como el gas natural, el carbón o el petróleo. Pero no podemos engañarnos. Fabricar placas solares tiene un impacto. Menor, pero impacto al fin y al cabo. Y cuando llegan al final de su vida útil, se convierten en residuos.
La buena noticia es que las placas solares se pueden reciclar. Es más. En la Unión Europea existe una normativa que obliga a reciclar placas solares. En concreto, la Directiva 2012/2019/UE del Parlamento Europeo y del Consejo de 4 de julio de 2012 sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE). Y en España se traduce en el Real Decreto 110/2015, de 20 de febrero, sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos.
Qué dicen las leyes sobre reciclar placas solares
Las empresas que fabrican, producen e importan paneles solares están obligadas a cumplir con unos estándares que luego facilitarán el procesado de los mismos cuando finalice su vida útil. Es decir, que son responsables de dónde van a ir a parar esos residuos. La buena noticia es que la vida útil de una instalación solar suele ser de entre 20 y 30 años. Incluso puede alargarse hasta unos 40 años. Lo que deja un buen margen de maniobra.
Una vez esas placas solares dejan de ser útiles, no pueden reutilizarse. Algo que sí sucede con las baterías eléctricas, que aunque hayan reducido su efectividad, pueden tener un segundo uso en actividades menos exigentes. Pero los paneles solares sí pueden procesarse. Es decir, reciclar los materiales de las placas solares. Separando sus componentes para recuperar esos materiales. Precisamente, el objetivo de la Comisión Europea cuando aprobó su directiva de 2012 era poder reciclar hasta un 80% de los componentes de los paneles solares. Y hoy en día esa cifra se encuentra entre el 85 y el 90%.
¿Hasta qué punto se pueden reciclar las placas solares?
Reciclar placas solares es relativamente sencillo gracias a que sus componentes se pueden recuperar casi al completo. A la espera de la llegada de nuevas placas solares más complejas o de otros materiales más eficientes como la perovskita, las placas solares actuales se componen de vidrio y derivados del silicio (75%), metales como aluminio, cobre y hierro (12%), plástico (2%) y un 11% de otros materiales, también recuperables, como el cadmio, la plata o el telurio.
Así, en un primer paso se extraen los cables de conexión que contienen cobre y plástico. Luego se separa el marco de aluminio del panel solar. Se retira el vidrio protector y, finalmente, se separan el resto de componentes mediante dos procesos. El primero es térmico. A una temperatura de 500ºC se elimina el plástico restante y se separa el silicio. Finalmente, mediante un proceso mecánico o químico se trituran, extraen y separan el resto de componentes antes mencionados.
A la espera de una normativa mundial de reciclaje
Sin embargo, no todos los países del mundo tienen una normativa sobre reciclaje de placas solares. Aunque sí se le esté dando un impulso a esta tecnología para la generación de electricidad. Incluso se investigan materiales más eficientes y nuevos métodos para integrar los paneles solares.
Los mayores productores de energía solar en la actualidad, con datos de 2022, son China, Estados Unidos, Japón, Alemania, India, Australia, Italia, Brasil, Países Bajos, Corea del Sur y España. Como vimos antes, Europa ya tiene una normativa al respecto. Australia también apuesta por el reciclaje de paneles solares desgastados. Pero países como China o India tienen todavía esa asignatura pendiente.
La buena noticia es que técnicamente es posible reciclar las placas solares prácticamente al completo. E incluso resulta rentable. Solo es cuestión de que los actores implicados se den cuenta de que el reciclaje y aprovechamiento de las materias primas es crucial y va directamente ligada a la apuesta por la energía solar.