Lo normal en maquinaria de hostelería es una cafetera industrial, una freidora, una plancha de gas. Pero no un robot. Al menos hasta ahora. La automatización, que prolifera en tan diversos sectores también empuja con ahínco en bares, restaurantes y cafeterías.
No es algo nuevo. Desde hace años se han ensayado robots camareros y barmans. Poco a poco se ha introducido el concepto. En San Francisco, desde hace cinco años, el Cafe X tiene unos baristas muy especiales: brazos robóticos. Estas pruebas han servido para perfeccionar esta nueva maquinaria de hostelería. Pues la automatización aquí no es sencilla. La capacidad motora de que están dotados estos robots requiere una precisión milimétrica. De otra forma se incurre en bloqueos y fallos.
En los últimos años, en Silicon Valley este tipo de brazos robóticos para hostelería se han prodigado a lo largo de cafeterías y bares. Ha sido una primera pequeña ola de automatización, a nivel local, en el epicentro de las empresas tecnológicas. Pero parece que ahora viene una nueva ola. En Estados Unidos, la escasez de trabajadores ha llevado a algunos establecimientos a mirar a la robótica.
Robots-camareros
Después de los confinamientos y con la reanudación de la actividad hostelera, el sector se topó en Estados Unidos con la falta de mano de obra. En este contexto se ha empezado a adoptar robots para realizar algunas funciones que hacían antes trabajadores. Y aunque la situación laboral no es la misma en todos los países, esta automatización podría ser el inicio de una tendencia.
Una de las tareas que cubre esta nueva maquinaria de hostelería basada en robótica es acercar los platos a las mesas. Es en realidad la tarea más automatizable, pues no requiere una gran interacción con los clientes. Uno de los robots que está preparado para hacerla es Servi, fabricado por la compañía Bear Robotics.
Servi es una especie de Roomba alta. Un cilindro con bandejas redondas a dos alturas, preparadas para llevar una hamburguesa, una ensalada o cualquier otro plato. Está equipado con cámaras y sensores láser. De esta forma puede ir desde la cocina a las mesas del comedor, esquivando obstáculos si los hubiera. Una vez junto a la mesa, el camarero toma los platos y los sirve.
Es decir, los camareros trabajan codo con codo con los robots. A estos se les da bien recoger los platos en la cocina y acercarlos a las mesas. Pero no tienen brazos robóticos para servirlos, que sería, además, una operación complicada. De esto se encargan los trabajadores. Sin embargo, para estos es un alivio no tener que acudir a la cocina a por los platos y después correr a las mesas a llevarlos.
Robots de cocina
Pero no solo hay robots en el comedor. También han entrado en la cocina. Los hay que preparan ensaladas, comida rápida, incluso una variedad de platos diferentes. En este caso se trata de maquinaria de hostelería más avanzada aún. Pues contienen diferentes sistemas electromecánicos que realizan múltiples tareas.
Un proyecto que la compañía presenta en el marco de la celebración del Mobile World Congress de Barcelona bajo el lema Transformation is Now. Un lugar en el que se pondrán en común todas las propuestas vinculadas a la conectividad, 5G, industria conectada o la sostenibilidad.
Una muestra de ellos es Flippy, desarrollado por Miso Robotics. Esta compleja estructura metálica ofrece la posibilidad de cocinar por sí mismo patatas fritas, alitas de pollo o hamburguesas. Un brazo robótico armado con una espátula da la vuelta a la carne, mientras que el mismo brazo agarra la cesta de la freidora para sacar las patatas cuando están hechas. Todo ello gracias al uso de inteligencia artificial, visión artificial y sensores. De esta forma también es capaz de medir la temperatura del aceite y vigilar los tiempos de cocinado.
El 5G como impulso a la robótica en hostelería
Una de las ventajas con las que contará esta nueva maquinaria de hostelería será la conectividad 5G. Gracias a la alta velocidad y la mínima latencia, que proporciona el edge computing, la robótica puede realizar múltiples funciones en tiempo real. Es posible el uso de reconocimiento facial avanzado o la traducción y la reproducción por voz en diferentes idiomas.
La conducción autónoma de robots y carritos se puede expandir, más allá de las máquinas más complejas, equipadas con láser. Pues las comunicaciones V2X (vehicle to everything) permiten que los vehículos se hablan con otros vehículos y con objetos, mejorando la capacidad de distribución de comida a nivel general en un salón comedor, por ejemplo.
Otra de las funciones posibles del binomio robótica y conectividad, mediante 5G o el estándar WiFi 6 junto a una conexión de fibra, es el análisis de imágenes de vídeo. Mediante un algoritmo se puede profundizar en el control de calidad, incluso hacer una evaluación de las calorías de cada comida. Son algunas de las opciones que ofrece el estar conectado a la nube a través de una línea de alta capacidad.
La robótica en hostelería es también una forma de avanzar hacia el turismo inteligente, según lo concibe Telefónica. Tecnología y automatización en colaboración con trabajadores humanos, con el fin de mejorar los servicios en este sector tras la pandemia.