TOKEN ERC, ¿qué es?

¿Sabes qué es Token? ¿Quieres conocer más sobre este concepto? Sigue leyendo y descúbrelo.

Si alguna vez has oído hablar de “tokens”, tal vez ni lo hayas relacionado con blockchain. Aunque es fácil imaginar su significado, lo difícil viene cuando intentas encontrar una definición exacta que reúna todas sus características. Además, la gran mayoría de medios vincula estos tokens únicamente con Ethereum, una de las plataformas de blockchain pública más populares por el momento. Como podrás imaginar, no solo existen en dicha plataforma, si no que se pueden implementar en otras de las muchas blockchains existentes, como Waves, NEO y NEM, entre otras.

Pero no te preocupes, en este artículo vamos a tratar de explicar el concepto de “token”, así como algunos de los estándares más importantes que existen hoy en día y la implementación que se puede hacer de ellos. Nos centraremos en Ethereum por su mayor relevancia.

Entonces, ¿qué es un TOKEN?

Llegó el momento de responder a la pregunta. Y es que, un Token es un activo digital que puede representar cualquier cosa, desde un objeto físico hasta una idea o valor abstracto. Además, sirve para aquello por lo que ha sido diseñado o programado, de modo que puede desempeñar un papel fundamental para nuevos modelos de negocio que basen gran parte de su actividad en la interacción de estos.

Un token es transferible entre varios actores y se soporta en una plataforma blockchain, donde cada transacción queda registrada de manera inmutable. Aunque pueda crear confusión, un token no es una simple “criptomoneda” o moneda virtual, va más allá. La propia lógica del token hace que pueda ser usado para muchas más cosas que una Criptomoneda, la cual se asemejaría más al dinero que todos conocemos.

Token

Y toda esa lógica de la que hablamos, ¿dónde se encuentra y cómo se implementa? El token es un Smart Contract o contrato inteligente, por lo que toda la lógica queda recogida dentro de ese contrato. Se deben definir todas las funciones que va a poder realizar de manera autónoma y automática, al igual que los atributos que lo caracterizan, todo esto en forma de lenguaje de programación. Una vez se ha desplegado ese Smart Contract sobre la red de blockchain, el token va a tener una dirección única que deberemos conocer para poder interactuar con él.

Uno de los usos que a día de hoy son más conocidos son los denominados ICOs, o Initial Coin Offerings. El término se parece al de IPO, Initial Public Offering, usado cuando una empresa sale a bolsa y ofrece sus acciones. En este caso, la ICO trata de ser una novedosa forma de financiación para empresas o startups a cambio de tokens. Estos tokens sirven como una especie de recompensa o promesa futura que se revalorizan si la empresa crece y cumple sus objetivos, o que caen en picado a la vez que ésta.

Un ejemplo simple sería la inversión en un equipo de fútbol, donde tú, como inversor, compras tokens de un jugador de la cantera. Cuando este jugador llegase a lo más alto, tus tokens se verían revalorizados y, por tanto, obtendrías ganancias en forma de dinero, reconvirtiendo esos tokens, o disponiendo de ciertos privilegios en torno a ese jugador, dependiendo de cómo se hayan definido las reglas del juego.

Pero no todo son ICOs, existen muchas otras aplicaciones en las cuales es posible hacer uso de tokens. ¿Quieres saber cuáles? La próxima semana te lo contamos.

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