Tres formas de proteger a tu hijo adolescente de sus selfies

¿Quién no ha posado alguna vez ante la cámara de su smartphone para tomarse un selfie? Los selfies o autoretratos son una tendencia cada vez más popularizada entre jóvenes y adultos. A continuación os damos algunos consejos para educar y prevenir a los más pequeños en este entorno.

Antes que nada, hemos de salvar la brecha de aprendizaje que existe en este contexto. Sin ánimo de que nadie se sienta ofendido, si eres como yo, probablemente luches a diario por mantenerte al día en lo que al vocabulario de tu hijo adolescente se refiere, que posiblemente crece de manera exponencial y no precisamente de una forma que pueda ayudarle en su SATs.

Por lo tanto, puedes no saber qué es exactamente un “selfie”. Afortunadamente para nosotros (creo), este término ha sido considerado como la palabra del año 2013 por el diccionario Oxford. He aquí su definición:

Selfie (n) – (o autofoto), fotografía que se ha tomado de uno mismo, por lo general realizada desde un Smartphone o webcam y compartida en un sitio web o medio social.

Bastante simple, ¿verdad? Pero, ¿y si mezclamos adolescentes y selfies?

Selfies chicas móvil

Más allá de los selfies

Aunque tu primer instinto pueda ser encogerte de miedo y terror por la idea de que tu hijo publique cualquier tipo de selfie en la red, no todos los selfies son terribles. De hecho, el actor y “Rey del selfieJames Franco afirma que son cercanos y permiten conocer realmente la esencia de un desconocido a través de los medios de comunicación social. A pesar de lo superficiales que en un principio puedan parecer, los “selfies” han servido para objetivos aún más nobles. Al parecer y gracias a la publicación de un «selfie», se logró  salvar la vida de una mujer maltratada después de que su marido desconectase el teléfono fijo de su casa.

Para los jóvenes (y seamos sinceros, también para los adultos), los selfies pueden ser, y a menudo lo son, vanos intentos por llamar la atención; pero también pueden ser una poderosa forma de auto-expresión, sobre todo cuando son: de buen gusto y han sido tomados con un estado de ánimo positivo.

Recientemente tuve la oportunidad de hablar con un exalumna mía sobre el fenómeno “selfie”. Le pregunté sobre cuáles eran sus motivaciones a la hora de colgar y compartir sus fotos en línea, y aunque admitió que disfrutaba recibiendo los elogios de sus amigos, me dijo que su verdadera razón era: “he iniciado una dieta en la que tengo que bajar 36 kilos, hasta ahora he perdido 10. Me gusta mirar hacia atrás y ver lo lejos que he llegado cuando me siento desanimada”.

Me comentó que ella también se hizo eco de Rachel Simmons, y su polémico post en el que afirmaba acerca de los selfies : «Ponen la mirada de la cámara directamente en las manos de una niña, y junto con ella, el poder para influir en la interpretación de la fotografía».

Denecia está de acuerdo, opina que los selfies son algo bueno, «porque tu controlas la foto. Me siento más segura si puedo controlar la publicación». Ella también aportó un consejo muy inteligente para los adolescentes: «Actualizar la configuración de tu privacidad te permitirá determinar quién  quieres que vea tus fotografías. Tened en cuenta que las empresas, colegios y organizaciones pueden ver lo que publicas, por lo que has de ser inteligente a la hora de lo que subimos a la red. Recordad que una imagen vale más que mil palabras, y deseamos que esas palabras sean positivas».

selfie

Lamentablemente, los selfies se han popularizado tanto que a menudo, muchos adolescentes no se lo piensan dos veces a la hora de tomar una foto y publicarla. No todos los selfies son positivos o incluso seguros, por ello, tus hijos necesitan saber diferenciar entre un selfie inocente y una situación potecialmente peligrosa. Si tu hijo sube habitualmente selfies a la red, deberías tener una charla cara a cara con el lo antes posible. A continuación, os damos algunos consejos.

Pensando en localización, localización y localización

Al igual que con cualquier otra fotografía que comparta tu hijo en sus redes sociales , al hacerlo debe tener cuidado de no revelar ninguna información privada, especialmente en cuanto a la ubicación en la que se ha tomado el selfie. Muchos medios de comunicación social tienen plataformas y aplicaciones GPS que etiquetan las fotografías con la ubicación de la persona que toma la imagen. Esto es un sueño hecho realidad para un depredador. Evitar por completo este tipo de aplicaciones o como mínimo deshabilitar cualquier capacidad de GPS que pueda dar alguna pista sobre la ubicación exacta de tu hijo a un extraño es clave para preservar su seguridad.

Ir un paso más allá y enseñar a tu hijo a examinar otros detalles de la fotografía que puedan revelar su ubicación, como los letreros de las calles o monumentos. Incluso algo tan inocuo como el logotipo del colegio en una camiseta o en la bolsa del gimnasio puede dar pistas a un depredador para saber cuál es el paradero del niño.

La reputación del zoom

Explícarle a tu hijo que cada publicación que hace en internet es como si utilizase un rotulador permanente, y por supuesto, el caso de los selfies no es una excepción. Como mi ex-alumna me comentaba, le presencia en línea de nuestros hijos probablemente sea evaluada a largo plazo por sus futuros entrevistadores a la hora de optar a un puesto de trabajo, por ejemplo. Por ello, la gestión de su reputación online se vuelve algo necesario. Que nuestros hijos tomen consciencia de ello, y educarles con el conocimiento de que eviten publicar selfies comprometidos o potencialmente ofensivos será clave para salvaguardar su reputación. Los mejores selfies son aquellos que expresan alegría y confianza en sí mismos.

Selfie

También es importante saber que en ocasiones los adolescentes utilizan los selfies para sexting, o lo que es lo mismo, para enviar imágenes con  contenidos eróticos o pornográficos mediante sus smartphones. Que tu hijo sea consciente de la naturaleza potencialmente pública de los mensajes de texto, sean del tipo que sean, y que sepa que no es buena idea que envíe imágenes reveladoras a nadie, aunque su perfil sea privado, es muy importante. Incluso en Snapchats, donde supuestamente el mensaje desaparece en cuestión de segundos una vez visto, con una simple captura de pantalla alguien puede compartir esa imagen instantánea con todo el mundo. Ni que decir tiene lo perjudicial que sería una situación de ese tipo para la autoestima y la reputación de cualquier adolescente.

Todo con moderación

Como dice el refrán, todo es mejor con moderación, y esto también lo podemos aplicar a los selfies. Publicar demasiadas fotos de uno mismo puede percibirse como una llamada de atención desesperada, o incluso como algo obsesivo. Si tomas la decisión de consentir que tu hijo publique sus selfies, aconsejale que lo haga de vez en cuando, no todos los días.

De acuerdo con una encuesta de Pew Internet, el 91% de los adolescentes han publicado al menos una foto de sí mismos en la red. El conocido cantante de pop Justin Bieber lanzó recientemente una aplicación dedicada exclusivamente al fenómeno selfie. Nos guste o no, según todos los indicios, los selfies han llegado para quedarse, por ello lo idóneo es asegurarse de educar a nuestros hijos en este moda de los selfies antes de que sea demasiado tarde.

Precisamente con el objetivo de salvaguardar la privacidad de los niños y la tranquilidad de los padres nace de la colaboración de Telefónica y Qustodio, Movistar Protege, un servicio multiplataforma para los padres sigan y gestionen a través de una web a través toda la actividad online de los hijos. Además, los padres pueden recibir informes detallados con la actividad diaria, semanal y mensual sobre el tiempo de uso de los menores en la red.

Este artículo ha sido anteriormente publicado en inglés en el blog de Qustodio.

Imágenes vía | Shutterstock

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