El ser humano es insaciable a la hora de descubrir lugares de nuestro planeta. Tanto que para llevar a cabo sus búsquedas ha construido máquinas inimaginables como es el caso de este titán sobre ruedas que tenía el objetivo de investigar el Polo Sur. ¿Cómo fue su final?
En algún lugar de la Antártida se encuentra entre el hielo un vehículo de tamaño colosal. Construido en 1939, con una longitud de 17 metros y un peso de 37 toneladas el Antarctic Snow Cruiser tenía el propósito de ser una base científica con la capacidad de desplazarse de un punto a otro.
¿Cómo se creó el Antarctic Snow Cruiser?
Este proyecto fue liderado por el investigador Thomas Poulter y surge su idea a raíz de su regreso de una expedición en el Polo Sur en 1934. El objetivo era crear un vehículo de gran tamaño que sirva como base para explorar la zona y que fuera capaz de transportar a los investigadores y sus herramientas de estudio.
Así fue como, entre los años 1937 y 1939, se desarrolló el Antarctic Snow Cruiser. Este proyecto fue llevado a cabo por Poulter junto a un equipo de la Fundación de Investigación del Instituto de Tecnología de la Armada de Chicago.
Finalmente, el Antarctic Snow Cruiser medía 16 metros de largo, 6 metros de ancho y 3,6 metros de alto. Tenía capacidad para cinco personas y contaba con varios motores en línea formando más de 300 caballos de potencia. También contaba con motores eléctricos que aportaban un plus de otros 300 caballos.
Otros datos de interés el vehículo contaba con una sala de estar, dormitorios y en la parte superior tenía una pequeña avioneta para hacer exploraciones aéreas.
Una aventura desde que salió de fabrica
Las complicaciones llegaron desde que finalizó su construcción. Para empezar, este vehículo fue construido en la ciudad de Chicago, pero la expedición partía en Boston (a más de 1.400 kilómetros de distancia).
Fue una odisea trasladar este vehículo en tiempo récord. Era lento e incluso llegó a causar algún que otro problema con otros conductores.
Finalmente, el vehículo llegó a Boston donde partiría al continente helado a bordo del North Star. En enero de 1940 llegó a su destino donde no empezó con buen pie debido a que en su descarga casi llega a hundirse en el océano debido a que se rompió la rampa de madera que serviría para descenderlo.
En ese instante los investigadores se dieron cuenta que el titán sobre ruedas era incapaz de desplazarse sobre la nieve debido a que utilizaba neumáticos lisos, solo podía desplazarse hacia atrás debido a la tracción.
Finalmente, el vehículo se convirtió en una base fija en lugar de que fuera desplazable. El 22 de diciembre de 1940 fue su último día activo y quedó abandonado cerca de la base Little America III.
En 1958 fue divisado por una expedición y desde entonces no se volvió a saber del paradero de este imponente vehículo que tenía el objetivo de revolucionar el campo de la investigación, pero finalmente fue un fracaso.