Las infraestructuras que hacen posible que envíes un WhatsApp, veas la última serie de Netflix o veas a tu streamer favorito en Twitch no son hoy lo que eran hace unos años. Han evolucionado a gran velocidad a medida que pasábamos de la Internet del texto a la Internet de la imagen y, en la actualidad, una Internet en la que abunda el vídeo en directo y el streaming. El ancho de banda necesario y una baja latencia no se consiguen de la noche a la mañana. Y con el metaverso ocurre lo mismo. ¿Qué tecnologías requieren las redes para el metaverso que está por llegar?
En un artículo anterior vimos que las redes actuales ya permiten mantener el metaverso tal y como conciben muchos. La realidad virtual y la realidad aumentada o la reconstrucción 3D requerirán de grandes anchos de banda que ya hemos logrado en muchos países. Pero más allá de cables submarinos, fibra óptica y centrales de datos automatizadas, hay otras tecnologías que harán posible que las redes sean aptas para el metaverso de mundos virtuales y avatares hiperrealistas que veremos en los próximos años.
5G
Junto a la fibra óptica, las redes 5G están llamadas a liderar grandes cambios tecnológicos como el metaverso o las ciudades conectadas. Conectar dispositivos sin cables y a grandes velocidades para intercambiar millones de datos en un abrir y cerrar de ojos. Es cada vez una necesidad más acuciante si queremos implementar medidas de seguridad en automóviles, fomentar el transporte y la movilidad inteligente o hacer que la Internet de las Cosas sea algo más que una excentricidad o algo que solo vemos en ferias de electrónica.
En el tema que nos ocupa, el papel del 5G es clave para que el metaverso logre sus propósitos. Se espera que el 5G facilite la creación y el uso de aplicaciones y servicios en el metaverso, ya que proporcionará una conexión más rápida y confiable para la transmisión de datos en tiempo real. Esto puede mejorar la calidad de la experiencia de realidad virtual y aumentar la inmersión de los usuarios en el metaverso.
Además, el 5G también puede tener un papel importante en la conectividad de dispositivos y objetos en el metaverso, ya que permite la conexión de más dispositivos a la vez y puede mejorar la eficiencia en la transmisión de datos. Esto puede ser especialmente importante para aplicaciones de Internet de las cosas (IoT) en el metaverso, que pueden requerir una conexión constante y de alta velocidad para funcionar de manera óptima.
Internet of Things
Si el 5G es la base sobre la que correrán las redes para que el metaverso funcione correctamente, la Internet de las Cosas o Internet of Things (IoT) da nombre a las tecnologías que conectan dispositivos para ese metaverso. Dispositivos que harán posible interactuar en el metaverso de forma natural con elementos virtuales o con otras personas. Y fuera de lo virtual, será posible conectar con sensores y otros elementos reales de manera instantánea.
la Internet of Things o Internet de las Cosas también puede tener un papel en la creación de entornos virtuales más realistas y enriquecedores, ya que puede utilizarse para recopilar y transmitir datos en tiempo real sobre el entorno físico y utilizar esa información para modificar el entorno virtual en consecuencia. Esto puede mejorar la inmersión y la sensación de presencia en el metaverso.
Edge Computing
Tenemos la conexión inalámbrica, los sensores y dispositivos y hace falta gestionar los datos que se transmitirán a través del 5G y la IoT. En este aspecto, si necesitamos procesar gran cantidad de datos en milisegundos, ¿son suficientes los centros de datos actuales o el cloud computing? En su lugar, alternativas como el edge computing son la solución más adecuada y que puede convivir perfectamente con el uso de la computación en la nube tan extendido en la Internet actual. Y es que las redes sobre las que corre el metaverso han de ser inteligentes además de rápidas.
El Edge Computing combina lo mejor de la informática local y de la informática en la nube para desarrollar redes que no solo transportan datos. También los gestionan, almacenan, procesan y generan acciones o reacciones que se traducen en máquinas o dispositivos que se activan o realizan determinadas tareas. Reacciones o respuestas que deben producirse en cuestión de milisegundos.
Precisamente, el metaverso tiene esos requisitos si hablamos de realidad virtual, hologramas, recreaciones en 3D de personas e interacción con mundos digitales realistas. Todo este despliegue de medios necesita procesar unos datos y responder a ellos rápidamente. Y la solución más práctica, en la actualidad, tiene que ver con el Edge Computing.
Blockchain
Y, para terminar, las redes para el metaverso no pueden obviar la seguridad y la privacidad. Todo el rato hemos hablado de datos. Métricas, monitorización… Millones de números que conforman una imagen de nosotros o un perfil que, en malas manos, puede atentar contra nuestra privacidad. O peor, que se emplee en fraudes online o en suplantaciones de identidad. Por poner dos ejemplos en alza en la Internet actual.
El blockchain es una tecnología que ya emplean empresas de todo el mundo. Aseguradoras, bancos, entidades financieras, industrias de todos los sectores… El blockchain hace que los datos que se envían a través de las redes sean incorruptibles, no se puedan falsificar ni interceptar y lleguen de forma segura del punto A al punto B.
Gracias al blockchain, tendremos más seguridad al realizar compras online, reuniones o conferencias por Internet o interactuar con otras personas en el metaverso. Nuestros avatares mismamente estarán a salvo así como los datos necesarios para generar los espacios virtuales y monitorizarnos a nosotros mismos para replicar nuestras reacciones en el ámbito digital.