Investigadores de la Agencia de Investigación Ambiental confirman que los gases vienen desde la industria de la construcción de hogares en China. La capa de ozono se resiente debido a que se está utilizando CFC-11, un compuesto químico prohibido en 2010.
La sociedad debe ir hacia un planeta mucho más verde y una actividad humana más sostenible. No podemos negar que, tras ver los efectos que ya provoca el cambio climático, los gobiernos y las empresas están empezando a tomar medidas para cuidar el medio ambiente. Por ejemplo, se está avanzando mucho en la fabricación de vehículos eléctricos, algo que evitaría la contaminación de combustibles fósiles, y también se están utilizando tecnologías como el Big Data para salvaguardar la naturaleza. Al fin y al cabo, es nuestro bien más preciado.
Sin embargo, hay lugares en el mundo que todavía están un poco al margen de todo esto. La Agencia de Investigación Ambiental (EIA) llevaba unos meses buscando una respuesta al misterioso incremento en las emisiones de gas contaminante. La capa de ozono, cuyo agujero ha disminuido considerablemente, se estaba resintiendo por una fuente de gas que no sabía de dónde provenía. Hasta ahora.
Industria de la construcción de hogares en China
Los investigadores encontraron que gran parte de la industria china que fabrica aislantes de espuma de poliuretano es la culpable de que el agujero de la capa de ozono esté creciendo. ¿Cuál es la razón? Parece que se debe a la emisión de los llamados clorofluorocarbonos-11, un compuesto químico que fue prohibido en 2010.
La Agencia de Investigación Ambiental (EIA) consiguió descubrir este foco de contaminación gracias a un elaborado estudio de la capa de ozono en el que se veía cómo la presencia de clorofluorocarbonos-11 había aumentado. Este hallazgo iba en contra de los últimos niveles registrados que, desde la prohibición, estaban disminuyendo drásticamente.
Una vez descubierto el foco en el Este de Asia, los investigadores contactaron con las fábricas de espuma de poliuretano de China. «Nos quedamos totalmente anonadados al encontrar que las compañías se mostraban muy abiertas al confirmar que usaban CFC-11 y a la vez reconocían que era ilegal», señaló al respecto el investigador de la EIA, Avipsa Mahapatra, en una entrevista a la BBC.
Se trata de un hallazgo importantísimo en la lucha contra el cambio climático. La producción de espuma de poliuretano en China suma casi una tercera parte de todo lo que se produce en el mundo. Según cálculos de la EIA, una contaminación continuada significaría el retroceso de una década en todo lo que se ha conseguido hasta ahora.
El agujero de la capa de ozono volverá a aumentar si no se siguen las normas medioambientales. Es muy importante que la industria mundial comprenda la importancia de combatir el cambio climático, así que, para conseguir que sectores en China entiendan la delicada situación, se están planteando importantes sanciones. Todo sea para proteger el planeta.