Las redes móviles viven el que posiblemente es su mejor momento. Puede que el despliegue de la tecnología 5G haya sido largo y costoso. Pero los resultados ya afloran y cumplen con lo prometido a nivel doméstico y empresarial. Sin embargo, hay varios retos a los que deben enfrentarse las redes móviles. Y que están lidiando gracias a tecnologías como Open RAN, un estándar abierto que ha ayudado a exprimir la infraestructura móvil hasta límites insospechados. Por su parte, la tecnología Cloud RAN quiere ir un paso más allá.
RAN significa Red de Acceso por Radio, por su siglas en inglés, que significan Radio Access Network. Las redes RAN son las que hacen posible conectar los dispositivos móviles a la red mediante puntos de acceso de radio y estaciones base. Las redes RAN dan acceso a la propia red de telecomunicaciones y gestionan los recursos disponibles. Y hasta no hace muchos años, todo era básicamente a partir de componentes físicos. Hardware.
Pero con la llegada de la quinta generación del estándar de comunicaciones móviles, surgen nuevas necesidades y nuevas soluciones. Como las redes virtualizadas vRAN o las redes en la nube como Cloud RAN. Que no tienen porqué ceñirse necesariamente a la infraestructura física de la propia red. Es aquí donde entran las llamadas vRAN o redes RAN virtualizadas. Así, las funciones de la red ya no ya no dependen de un sistema de hardware propietario en particular, sino que se pueden ejecutar en servidores estándar. Y las ventajas son muchas: se requiere menos hardware, es más flexible, requiere menor esfuerzo y mantenimiento y se adapta a la demanda en tiempo real.
Open RAN: un estándar abierto para el 5G
El elevado coste, financiero y en recursos, de desplegar las redes 5G hicieron que las empresas del sector se pusieran de acuerdo en unificar criterios. En un contexto en el que el número de operadores, fabricantes y empresas relacionadas con las redes de telecomunicaciones aumenta prácticamente exponencialmente en todo el mundo, se hace necesario poner un poco de orden. Consensuar una serie de normas técnicas para que las redes sean compatibles y faciliten un estándar que pueda usar cualquier operador o proveedor de servicios móviles.
Open RAN es la consecuencia de este acuerdo. Con esta colaboración entre fabricantes y empresas de telecomunicaciones, toda la tecnología necesaria para que funcionen las redes móviles es compatible entre sí. No solo eso. La estandarización del sector, y la implementación de tecnologías y arquitecturas abiertas, facilita la introducción de características como las vRAN antes mencionadas. De esta manera, hardware y software se combinan para hacer de las redes móviles una infraestructura más versátil acorde con las exigencias y retos actuales y futuros.
El movimiento Open RAN queda plasmado en la O-RAN Alliance. Se trata de la organización que vela por la implementación de los estándares de las telecomunicaciones que previamente ha aprobado la propia 3GPP, que es la organización que une a todas las empresas del sector para desarrollar estándares como el propio 5G. En ambas se encuentran empresas del sector de los principales países y mercados: China, Estados Unidos, Europa… Y compañías como AT&T (Estados Unidos), BT (Reino Unido), Deutsche Telekom (Alemania), SoftBank (Japón) o Telefónica (España).
Cloud RAN: el 5G en la nube
Cloud RAN es una evolución natural de las redes virtualizadas vRAN. O dicho de otra manera, vRAN enriquecida con tecnología en la nube. Esto implica la unión de infraestructura física y virtual apoyada por la nube, donde se pueden gestionar y ofrecer servicios, contenedores y una plataforma que aloje las cargas de trabajo de la red. Así se aumenta la flexibilidad de la red móvil y la posibilidad de personalizarla en función de cada proveedor o cliente, optimizando el uso de recursos y el coste que esto conlleva.
Por un lado, tenemos la plataforma de hardware, que consta de los servidores y el entorno de virtualización. Las configuraciones de estos servidores dependen de la carga de trabajo que deban satisfacer, en especial las unidades distribuidas, que requieren una latencia mínima. Sobre esta plataforma tenemos la arquitectura de la nube, donde se ejecutan las funciones de red como si fueran microservicios en contenedores con tecnologías como Kubernetes. Aquí se pueden escalar esos microservicios y realizar operaciones simplificadas y de mantenimiento automatizadas.
El tercer elemento de Cloud RAN es la gestión y automatización. Parte importante del proceso, ya que hay que organizar funciones de red físicas, virtuales y en la nube. Tecnologías como el edge computing o el network slicing no serían posibles sin este nivel de automatización, flexibilidad, complejidad y tiempo de respuesta inmediato.
La implementación de Cloud RAN permite que tanto operadores como clientes profesionales puedan beneficiarse de nuevas funciones, como una mayor automatización de procesos o la escalabilidad de la red. Otra ventaja es la posibilidad de implementar APIs en vez de lidiar con la infraestructura de red física directamente. Si, además, esta tecnología se aplica cumpliendo con los estándares de Open RAN, obtenemos redes de alto rendimiento a escala industrial con menos costes y más eficiencia incluso en situaciones de alta demanda. Y aprovechando la infraestructura 5G ya disponible gracias a las posibilidades que ofrece la nube independientemente de la red física presente.