El Big Data está de moda, ¿y a mí qué?

Hoy en día, (casi) todo el mundo ha oído hablar del análisis de Big Data, de las cosas que se pueden hacer y del gran avance tecnológico que supone: está de moda. Pero, ¿somos conscientes de la profundidad con que esta tecnología para el análisis ha entrado en nuestras vidas?

El Big Data se nutre de lo que ocurre a nuestro alrededor para ayudarnos a tomar mejores decisiones. La hora a la que arrancamos el coche para ir a trabajar, el lugar donde compramos nuestro primer café del día, e incluso si somos más de perros o de gatos: todo es útil. Por eso, muchas de estas decisiones de nuestro día a día se archivan de forma anónima. Y es que, en pleno S.XXI, los datos son la nueva moneda de cambio (y tienen mucho valor). Como dijo sir Berners-Lee, “la información es la nueva materia prima”.

En este nuevo paradigma, las empresas e instituciones invierten en sensores y herramientas que monitorizan todo lo que ocurre. Con ello, crean vastas bases de datos, que si se procesan y analizan de forma adecuada (con plataformas como Hadoop) permiten descubrir hábitos, tendencias y patrones ocultos.

Así, esta tecnología permite construir modelos de Inteligencia Artificial para la conducción autónoma, evitar la rotura de stock de un e-commerce e incluso predecir si en la carretera de Valencia habrá atasco el próximo viernes. Parece futurista, pero es una realidad que ya está aquí y de la que formamos parte.

De hecho, antes de salir de casa ya generamos datos. Y cuanto más se registra, se consigue una mayor eficiencia y optimización, se explotan los recursos de una forma más inteligente y se encuentran soluciones personalizadas en un imparable camino al futuro que nos beneficia a todos.

Pero, ¿qué datos se registran? Te mostramos las acciones cotidianas en las que generas información para Big Data y que –quizá- no sabías:

  • Desbloquear el smartphone. Hay en el mundo casi tantos teléfonos inteligentes como personas. Y están conectados 24 horas al día: no dejan de generar datos. Tu actividad con el terminal (búsquedas, compras o apps descargadas) se puede convertir en información útil para elaborar un perfil anónimo. Así nace la publicidad programática, que utiliza cookies para que el anunciante acierte con lo que te muestra.

  • Comer en un restaurante. El “aquí se come lo que hay” ya no se lleva: hoy la restauración se adapta a las preferencias del público. Muchos hacen un seguimiento de lo que pides para, no solo poder crear una carta ideal, sino además poder optimizar sus compras de materias primas y tener previsión de sus stocks de perecederos. Lo mismo sucede con tu compra en el supermercado. ¿Quieres una compra personalizada? La startup DelSuper.es, lanzada por Telefónica Wayra, te permite seleccionar productos de varios supermercados, gestionar la entrega conjunta y recibirla en tu casa en una hora.

Fuente: DelSuper.es
  • Comprar unos zapatos o cualquier otro producto de venta minorista, como una cámara de fotos o incluso un kilo de avellanas. Las industrias registran sus datos de ventas con complejas tecnologías que, con un análisis preciso, reducen su riesgo de rotura de stock y se anticipan a tendencias de consumo. En esto, Amazon es todo un experto.

No solo comprar, a partir de ahora también puedes alquilar ropa de primeras marcas. La startup La Más Mona, apoyada también por Wayra, es una tienda online de alquiler de vestidos que te ofrece la oportunidad de llevar los vestidos de las marcas y los diseñadores que siempre quisiste llevar.

  • Asegurar el coche. Cloudera, la empresa experta en análisis de datos, ha ido más allá de la típica póliza A todo Riesgo. Ha implantado en la inglesa OCTO la telemática y el análisis en tiempo real para personalizar coberturas. ¿Cómo? Con un sistema que monitoriza la forma de conducir, cataloga a los conductores como de alto o bajo riesgo y les crea pólizas a medida. Quién sabe, quizá por ser un buen conductor te ahorres una buena suma cada año en tu seguro.

¿Quieres ahorrar y mejorar al volante? Drivies es una app spin off de Telefónica que detecta automáticamente la forma de conducción y utiliza IA para ofrecer a los conductores el mejor seguro del coche y ventajas alrededor de la conducción.

Fuente: Drivies
  • Subir a la oficina en ascensor. ¿Te imaginas que el ascensor te esté esperando antes de necesitarlo? Con el Big Data, es posible. Los casi 1 millón de ascensores que hay en España podrían conectarse a la red y analizar los hábitos de consumo de los usuarios. De este modo podrían anticiparse a las esperas de los que utilizan diariamente el medio de transporte más concurrido del mundo.

  • Recibir la nómina. Sí, la Inteligencia Artificial y el Big Data también han llegado a tu cuenta corriente. Algunos bancos como BBVA ya permiten realizar predicciones a partir de los ingresos y gastos habituales. Una herramienta muy útil para prevenir insolvencias y adelantarse a la situación económica de final de mes: no quedará lugar para las excusas.

  • Desplazarte por tu ciudad. Y no hace falta irse muy lejos. Ciudades como Madrid ya miden los movimientos reales, ya sean en coche, moto o peatones para obtener datos objetivos. Un análisis inteligente con Big Data hace mucho más sencillo actuar ante accidentes, retenciones o cualquier otro incidente en muy poco tiempo, mejorando la calidad de vida de los ciudadanos.

¿Cuantas veces has estado más de media o incluso una hora dando vueltas para aparcar? Apparcar es la primera aplicación que te permite encontrar y reservar una plaza de aparcamiento de la calle con tu teléfono móvil.

  • Enviar un paquete. Las empresas de paquetería registran sus rutas y hacen estadísticas de los envíos. Con un análisis preciso de esta información, es posible crear los mejores recorridos y optimizar el coste de cada uno. Es decir, más barato y más rápido.

  • Arrancar un sidecar. O un Renault 21. O la turbina de un avión. La americana Navistar ha instalado tecnología de Cloudera en su flota de camiones. Con ella, se procesa todo lo que llega de los sensores de datos, capaces de registrar en tiempo real la velocidad, temperatura, aceleración e incluso patrones del sonido de la maquinaria. Así, es posible averiguar con antelación cuando habrá una avería, lo que puede ahorrar a cualquiera miles de euros en el mantenimiento de cualquier motor.

  • Ir al médico. Los investigadores de la malaria en África utilizaron el Big Data para, a partir de las anotaciones de diferentes pacientes, poder anticiparse a futuros brotes. De este modo se analizan tendencias que pueden llegar a salvar muchas vidas.

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