IA

La IA generativa se hace viral

La IA ha avanzado considerablemente durante los últimos años, tanto a nivel de desarrollo, como en cuanto a uso. De hecho, hoy en día es posible utilizar públicamente y sin apenas limitaciones modelos de inteligencia artificial realmente potentes creados por compañías como OpenAI (fundada por Elon Musk), Midjourney o Google, entre otras. Uno de los ejemplos más recientes es el de ChatGPT, una IA basa en GPT-3, el modelo de lenguaje de OpenAI, que permite mantener conversaciones con humanos. O DALL-E, que ofrece la posibilidad de generar imágenes a partir de una breve descripción de texto. Precisamente, ambos son sistemas de IA generativa, y su popularidad se ha incrementado considerablemente durante los últimos meses. Podríamos decir, incluso, que se han hecho virales. Pero, ¿de qué trata esta inteligencia artificial?

La IA generativa es un modelo de inteligencia artificial diseñado para generar contenidos nuevos y originales, tales como texto, imágenes, vídeos, etc., sin prácticamente ningún tipo de intervención humana. Este tipo de IA suelen estar ocupadas con dos redes neuronales. La primera es una red generativa que se encarga general el elemento —por ejemplo, una imagen de un rostro que no existe—. La segunda, una red discriminadora, encargada de comparar la creación de la primera red y comprobar y determina si la creación se ajusta a lo que está buscando.

Pero, ¿por qué la IA generativa se ha hecho, en cierto modo, viral? No hay duda de que uno de los factores que más ha influido en que este tipo de inteligencia artificial sea popular, es el de la fascinación por parte de los usuarios. Desde hace meses, hemos visto cómo internamente las compañías mostraban ejemplos de lo que sus algoritmos podían hacer. Ejemplos que, en muchas ocasiones, nos dejaban con la boca abierta y que, inevitablemente, nos hacían querer probarlo de primera mano, y es algo que hemos podido hacer en cuanto han estado disponibles públicamente.

Por ende, la posibilidad de probar este tipo de modelos de inteligencia artificial y, más concretamente, la posibilidad de publicar los resultados en nuestros perfiles de redes sociales, ha incentivado a otros usuarios a querer comprobar la efectividad de los mismos. Prueba de ello, son los miles de tweets que podemos ver en Twitter con capturas que muestran a ChatGPT dando respuestas a cualquier pregunta.

ChatGPT y DALL-E: los mejores ejemplos de IA generativa

Aplicaciones Inteligencia Artificial

Hay muchos ejemplos de modelos de IA generativa, pero dos de ellos han dado mucho de que hablar a lo largo de los últimos meses.

El primero, y probablemente el más popular, es ChatGPT que, reiteramos, funciona mediante GPT-3, una IA desarrollada por OpenAI. Este modelo es capaz de generar respuestas originales y bien fundamentadas en apenas unos segundos. Por ejemplo, podemos pedirle que escriba un guion para una película en la que la trama gire entorno a un robot que quiere acabar con la humanidad (un clásico) o que elabore una propuesta comercial para un potencial cliente, etc.

Otro ejemplo de IA generativa muy popular es DALL-E. También, aquellas que permiten convertir una breve descripción de texto en imágenes. Por ejemplo, es posible pedirle que cree una imagen en la que aparezca un oso montado en un autobús, o un pájaro subido a una tabla de surf. La IA generará un diseño —en la mayoría de ocasiones poco realista— en los que aparezcan los mencionados elementos.

Hay, por supuesto, otro tipo de IA generativas que no son tan populares. Por ejemplo, aquellas que permiten crear rostros completamente desde cero; los conocidos como Deepfakes. Lo hacen, además, con tan nivel de realismo, que mucha gente es capaz de distinguir una cara creada mediante inteligencia artificial que un rostro real, según un estudio.

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