Cómo la tecnología del espacio ha terminado formando parte de nuestra vida diaria

Desde que el ser humano llegó a la Luna en la Misión Apolo 11 de 1969, e incluso antes durante la carrera espacial, un comentario recurrente que se suele escuchar es que las importantes cantidades de dinero que se gastan en la exploración y la investigación espacial podrían dedicarse a otras causas. No estamos aquí para debatir ese aspecto de fondo. Pero lo que sí es cierto es que, más allá de llegar cada vez más lejos en el espacio, la labor de agencias como la NASA o la ESA han dejado en el mundo, y en nuestro día a día, multitud de avances. Tecnología del espacio que, sin esa motivación de fondo, no sabríamos si tendríamos. O, al menos, si la tendríamos aquí.

El mundo se ha beneficiado enormemente de la tecnología espacial, especialmente en comunicaciones, servicios de posicionamiento u observación directa de la Tierra, pero también en aspectos mucho más cotidianos. Sin salir de nuestros hogares podemos ver diversos inventos fabricados originalmente para promover y ampliar la exploración espacial. La tecnología que hay detrás de la invención de las aspiradoras portátiles, sin ir más lejos, fue descubierta originalmente por la NASA. 

Pero, desde luego, explorar el espacio no solo nos ha permitido limpiar mejor el polvo de nuestras casas. ¿Recuerdas también los termómetros sin contacto tan usados durante la reciente pandemia de COVID-19? También fueron desarrollados por la NASA. Y la lista de tecnología del espacio que se ha vuelto cotidiana, como vamos a demostrar, va mucho más allá.

La tecnología GPS y la enorme utilidad de los satélites

Tecnología del espacio

Muchas agencias espaciales han puesto en órbita satélites durante las últimas décadas. Los satélites tienen muchos usos, pero uno de los principales es la red GPS. A través de dicha red, podemos determinar nuestra ubicación y la de muchos objetos en cualquier parte del mundo. También la utilizan con frecuencia los servicios de navegación. Sin ir más lejos, Google Maps. Una muestra fantástica de cómo la tecnología del espacio ahora es clave en nuestra vida.

A futuro, con la ayuda de la inteligencia artificial y el aprendizaje automático, el GPS será clave para los vehículos autónomos. Su conducción se basará en muchos otros sensores. Pero el GPS será fundamental en la ecuación. Y se trata de una tecnología que, en realidad, está más cerca de lo que parece.

Los satélites que orbitan alrededor de la Tierra también son capaces de enviar y recibir datos y señales a diversos dispositivos. Estas señales se utilizan en las comunicaciones móviles e internet para aquellos lugares donde no existe posibilidad de hacerlo por ondas electromagnéticas o cables, como pretende instaurar de forma más masiva la tecnología de Starlink.

Además, las tecnologías por satélite han revolucionado las finanzas, la navegación y la banca, facilitando las transacciones internacionales, las videollamadas, la televisión y la radio por satélite o el streaming multimedia.

De la vigilancia del Cambio Climático a la mejora de la producción agraria

A esa lista se suma que las constelaciones de minisatélites y microsatélites recogen datos meteorológicos y relacionados con el Cambio Climático. Y, de esa manera, la tecnología espacial también acaba llegando a sectores que podemos erróneamente pensar alejados como el agrario. Por ejemplo, IBM tiene una plataforma que puede ayudar a los agricultores a mejorar la eficiencia y maximizar el rendimiento de las cosechas basada en macrodatos extraídos de satélites

Los huertos verticales, habituales en experimentos espaciales, también tienen cada vez más aplicaciones en la Tierra, así como otro invento directamente relacionado con el agua. Ante la falta de suelo, que actúa como filtro natural, en el espacio se tuvo que desarrollar purificadores de agua para el consumo humano. El denominado hierro de valor cero emulsionado (EZVI) ha sido la solución al problema de los contaminantes que contienen cloro, uno de los elementos más usados pero también con menos facilidad de limpiar cuando se concentra con el paso del tiempo. 

EZVI es una partícula microscópica de hierro envuelta en una emulsión de aceite. El aceite atrae las sustancias hidrófobas hacia las partículas hidrófobas, y el hierro desencadena una reacción que las destruye. Se patentó en 2005 y pronto empezó a utilizarse para limpiar zonas industriales. Un ejemplo más de tecnología del espacio usada diariamente en la tierra.

La tecnología que nos dejó el desaparecido transbordador espacial de la NASA

Los transbordadores espaciales o STS son recordados por los desastres del Challenger o el Columbia, pero durante más de 30 años sirvieron en otras muchas misiones cumplidas.

Su legado, sin embargo, sigue vigente en la Tierra y protegiéndonos a todos, pues se utilizaban amortiguadores basados en fluídica para extraer el combustible de las naves espaciales durante el lanzamiento. Hoy en día, esta tecnología se utiliza para absorber la energía sísmica, lo que protege puentes y edificios de los terremotos.

De las 550 estructuras equipadas con los amortiguadores, ninguna ha sufrido daños relacionados con terremotos. Esta tecnología permite a los ingenieros diseñar edificios altos capaces de gestionar las perturbaciones provocadas por fuertes vientos y terremotos. A medida que más proyectos adopten amortiguadores basados en fluídica, podremos minimizar aún más los riesgos de terremotos, especialmente en estructuras. 

Otros pequeños grandes avances espaciales en nuestro día a día que demuestran que la tecnología del espacio está en todas partes

A la investigación y la inversión espacial también debemos agradecerle tecnologías que, literalmente, hacen que los pilotos de los aviones comerciales no tengan riesgo de desmallarse durante el vuelo, lo que seguro que tranquiliza a todos.

Antiguamente, los sistemas tradicionales de alerta de despresurización de las aeronaves no detectaban los cambios de presión que provocaban la falta de oxígeno y el desarrollo discreto de hipoxia, que podía causar la pérdida de conciencia, algo que sí que solucionó la tecnología de monitorización desarrollada por la NASA para seguridad la salud de sus astronautas.

Pero no hace falta volar tan alto. Seguramente hoy conozcas varios gadgets o aplicaciones para facilitar el sueño que juegan con tonos y sonidos que ayudan a inducirlo a personas que sufren insomnio. Estas se basan en una investigación financiada por la NASA que estableció que el sistema vestibular (situado dentro del oído interno y se encarga de mantener el equilibrio y la postura), si se somete a vibraciones de baja amplitud, induce el sueño. 

Con esta tecnología, una persona con problemas de sueño se duerme más fácilmente y también disfruta de un mejor descanso. Su aportación a la industria médica ha sido decisiva para ayudar a los pacientes que necesitan desesperadamente descansar mientras se preparan para una operación. 

Y no solo eso, algunos de los materiales utilizados en los trajes espaciales y en la construcción de naves espaciales han sido adaptados para su uso en la industria de la construcción o como material ignífugo.

Placas solares mejores gracias a la exploración espacial

Otro ejemplo de desarrollo constante motivado por la exploración espacial e impulsada por su inversión es el de las placas solares. Usadas como vía de alimentación extra, por ejemplo, en la Estación Espacial Internacional, el desarrollo de su tecnología y eficiencia, hoy tan habitual en la Tierra, no habría sido igual sin la motivación espacial.

Como vemos, desde hace décadas, los avances de la NASA y otras agencias han acabado impactando en nuestro día a día. La propia agencia norteamericana cuenta con una web donde recoge por categorías varios de estos inventos y patentes, que en ocasiones le sirve también para financiarse. Puedes consultarla aquí.

Quién sabe qué inventos nos deparará la nueva carrera espacial, ahora con actores privados implicados, que estamos viendo en los últimos años.

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