Desde hace algunos años, la aplicación de entornos de aprendizaje de tecnologías inmersivas está en aumento. Tanto en la educación como en muchos otros ámbitos. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) está haciendo lo propio adoptando esta tecnología emergente dentro del marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Esto último con la intención de:
- Crear conciencia.
- Aumentar la empatía.
- Promover soluciones a partir de ellas.
Veamos entonces cómo la implementación de la realidad virtual, la realidad aumentada y la realidad mixta son claves para alcanzar los objetivos de sostenibilidad planteados por la ONU.
Tecnologías inmersivas y su importancia para alcanzar los ODS
Las tecnologías inmersivas tienen por objetivo comunicarse con los usuarios a través de información visual y auditiva. Los usuarios que se ponen en contacto con ellas usan pantallas e incluso gafas que cubren sus ojos y oídos, para recrear un entorno completamente virtual.
Tanto la realidad virtual como la aumentada son las principales tecnologías inmersivas. La RV crea un nuevo espacio al reemplazar lo percibido por los sentidos físicos con información digital. Mientras tanto, la RA combina la información digital con el entorno físico.
De la unión de ambas tenemos la realidad mixta. Esta se presenta como una oportunidad de interactuar de lleno con un entorno real. Aunque con la particularidad de poder interaccionar al tiempo con elementos virtuales.
Ahora bien, la importancia de estas tecnologías para alcanzar los ODS radica en que su aplicación en zonas vulnerables permite a los países capacitar a las personas en diferentes ámbitos. Por ejemplo, en el entrenamiento para la reparación mecánica de motores a distancia sin tener el motor físico presente.
No obstante, muchas comunidades aún no experimentan su real impacto. Algo que se presenta debido a una brecha digital. Conscientes de este espacio en blanco, a propósito del potencial transformador en ellas, es que la ONU encuentra prioritario impulsar su propagación.
Por eso mismo, nos invita a imaginar el valor de esta tecnología para varios sectores. Por ejemplo, la educación y la salud. Sobre todo, para los países y las economías más golpeadas por la pandemia del COVID-19.
Sectores en los que las tecnologías inmersivas pueden crear cambios significativos
Según ITUNews, se estima que 3.700 millones de personas permanecen desconectadas. La mayoría vive en países menos desarrollados, donde en promedio solo dos de cada 10 personas están en línea. Con tantas restricciones a la vista, ¿cómo se pueden utilizar los avances y hacerlos llegar a varios sectores? Las tecnologías inmersivas tienen la respuesta.
Realidad virtual aplicada al sector de la salud
La realidad virtual y la aumentada se están utilizando para ampliar el acceso a la formación médica. Algo que permite a los estudiantes de medicina trabajar con herramientas y practicar cirugías a las que tal vez no tengan acceso físico.
Otro aspecto poco explorado es en el uso de tratamientos. La RV podría brindar oportunidades para abordar esos problemas al proporcionar nuevas formas de tratar algunas enfermedades. Pongamos por caso su aplicación en la terapia de confrontación para tratar trastornos como la ansiedad.
La educación como una experiencia 360º
La puesta en uso de la realidad virtual y la aumentada está aquí para ampliar experiencias en pro de la innovación educativa. Debido a la alta flexibilidad de las aplicaciones de RV, el contenido de enseñanza se puede replicar en cualquier lugar. Por lo tanto, los estudiantes pueden acceder al conocimiento cuando lo necesiten según sus demandas o necesidades.
Un ejemplo lo podemos encontrar en la aplicación Experience Chemistry. Esta permite a los estudiantes que no tienen acceso a un laboratorio de química realizar experimentos virtuales.
Usando las tecnologías inmersivas para crear conciencia
Más allá de sus usos prácticos, en general la ONU está utilizando las tecnologías inmersivas para generar conciencia. Un ejemplo de esto se dio en el Foro Económico Mundial en Davos. En este evento se presentaron una serie de contenidos interactivos enfocados en la batalla contra el hambre mundial.
En ellos se desarrolló la historia de países como Sudán del Sur, Bangladesh y Jordania en secuencias de video a las que se podía acceder sosteniendo una tableta sobre códigos QR. En cada experiencia, al espectador se le presentó información sobre los desafíos geopolíticos y el coste exorbitante de los alimentos. Para finalizar, si bien aún se está determinando el poder completo de la narración de historias de realidad virtual y aumentada, sabemos que su potencial es infinito. El hecho de ver a organizaciones mundiales contemplando su uso demuestra el rango que puede alcanzar la tecnología inmersiva ,dando a su vez un paso más allá del entretenimiento.