Rumbo al Wi-Fi 8: qué sabemos y hacia dónde va el futuro de la conectividad inalámbrica

El siglo XXI no sería el mismo si no fuera por las conexiones inalámbricas. Gracias al WiFi podemos conectar millones de dispositivos en todo el mundo y enviar y recibir millones de datos en milisegundos. Jugar online, hacer una videollamada grupal o ver contenido por streaming son tres ejemplos de actividades habituales que serían más complicadas sin ayuda del WiFi. Y como toda tecnología, evoluciona. Su futuro lo marca, por ahora, Wi-Fi 8. 

En la actualidad, el mercado de tecnología comercializa dispositivos que ofrecen soporte para WiFi 5 y WiFi 6. Entre este año y el próximo, veremos comercializados dispositivos que ya permiten trabajar con el estándar WiFi 7. No es de extrañar, pues, que ya se hable de WiFi 8. Una tecnología todavía por construir que tendremos en nuestras manos en los próximos años. Sin prisa pero sin pausa.

¿Cuáles son los elementos claves de Wi-Fi 8? ¿Qué aportará al parque de electrónica y dispositivos conectados que hoy pueblan nuestros hogares y oficinas? ¿Hacia donde va el estándar de la conectividad inalámbrica? Veamos todo lo que sabemos por ahora.

Conexiones múltiples e inteligentes

Si no hay cambios, todo apunta a que para finales de 2024 sabremos las especificaciones concretas de WiFi 8, el estándar que sucederá en el futuro a Wi-Fi 7, de nombre técnico IEEE 802.11be, un estándar que todavía está por llegar al mercado de dispositivos conectados. Como ha venido ocurriendo entre distintas versiones de WiFi. Precisamente, es probable que en tu casa tengas aparatos con WiFi 4, otros con WiFi 5 y, los más nuevos, con WiFi 6 o WiFi 6E.

Un primer pilar de mejoras que traerá Wi-Fi 8, o IEEE 802.11bn, tiene que ver con la coordinación y transmisión de la señal y de las múltiples conexiones, algo que tiene mucha importancia en un contexto en el que se conectan miles de dispositivos de manera simultánea. En especial en lugares públicos como aeropuertos, estadios, estaciones de tren y otras ubicaciones concurridas. 

Con respecto a versiones anteriores, el futuro del estándar de las conexiones inalámbricas debe ser capaz de evitar interferencias y garantizar una comunicación eficiente entre los dispositivos del cliente y la red. Y para ello, hay propuestas encaminadas a coordinar múltiples puntos de acceso para mejorar la selección de canales y equilibrar la demanda de ancho de banda entre varios puntos de la red.

Wi-Fi 8 facilitará las conexiones en lugares concurridos
Fuente: Real Club Deportivo de La Coruña

Aprovechando el ancho de banda al milímetro

La tecnología mmWave va a estar presente en Wi-Fi 8. Heredada de la conectividad 5G, permitirá acceder a un espectro de frecuencias mayor que el actual. Más ancho de banda disponible, más velocidad en las conexiones. Si en WiFi 5 el límite está en los 600 Mbps y el WiFi 6 alcanza velocidades de 1,3 Gbps (y hasta 10 Gbps en su versión 6E), WiFi 7 llegará a 40 Gbps de velocidad. ¿Y WiFi 8? Se barajan cifras teóricas de 100 Gbps

Otra ventaja de mmWave es que ofrece un mejor rendimiento en entornos con alta densidad de nodos, como estadios y salas de conciertos. Al utilizar la formación de haces y otras técnicas avanzadas, el Wi-Fi 8 puede proporcionar una mejor cobertura y reducir la interferencia entre los dispositivos. Como vimos antes. 

Baja latencia

Hace años que la industria de las telecomunicaciones lucha por vencer la latencia. La tecnología actual ha logrado reducir los niveles de latencia en conexiones cableadas e inalámbricas, pero todavía se puede ir más allá. Servicios como los antes mencionados, como transmitir contenido audiovisual en alta resolución, requieren baja latencia. También las redes privadas en entornos profesionales e industriales. Y otras aplicaciones como la realidad aumentada y virtual, la telemedicina o el edge computing

La baja latencia es importante para el uso de Wi-Fi en las industrias modernas porque muchas aplicaciones industriales, como los sistemas de control en tiempo real, la supervisión remota y la automatización robótica, requieren una comunicación rápida y confiable entre dispositivos. En estas aplicaciones, incluso pequeños retrasos en la transmisión de datos pueden dar lugar a errores significativos o demoras en el tiempo de respuesta del sistema. Y esto afecta negativamente a los procesos de producción y potencialmente causar problemas de seguridad.

Así, WiFi 7 ya logra una baja latencia por debajo de los 25 milisegundos. Y, sobre el papel, Wi-Fi 8 debería ser capaz de ofrecer valores de unos pocos milisegundos gracias a la mejora de tecnologías como QoS (Quality of Service), R-TWT (Restricted Target Wake Time) o SCS (Stream Classification Service).

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