El uso de las placas solares es una forma ideal de generar energía sostenible. Estas, sin embargo, no siempre funcionan al 100 % debido a diferentes factores. Todo depende, en realidad, de la cantidad de luz solar que reciban; y ya sea por el clima o por la ubicación de las propias, no siempre es la ideal. Sin embargo, un equipo de tres estudiantes de la Universidad de Investigación de Tecnología Experimental Yachay, en Ecuador, parece haber encontrado una solución a este problema: un invento creado a base de materiales reciclados que es capaz de optimizar la generación de energía y mejorar hasta en un 40 % las placas solares. ¿Su nombre? Energy Ball.
Este dispositivo creado por estudiantes ecuatorianos –Emilia Iglesias, estudiante de química; Galena León, de física; y Ronny Velastegui, estudiante de tecnología de la información– es, tal y como su nombre indica, una especie de bola capaz de permitir que las placas solares generen más energía y, por consiguiente, contribuir a la sostenibilidad.
El invento para placas solares se ha creado utilizando dos botellas de plástico recicladas, así como una base de madera y un cilindro metálico a modo de panel solar que permite distribuir los rayos del sol. Las botellas están unidas entre sí, tienen una forma esférica y están llenas de agua para poder reflejar la luz del sol.
Un invento para las placas solares económico y creado con materiales reciclados
El objetivo de la Energy ball es permitir que las placas solares reciban luz solar en prácticamente cualquier momento. De hecho, para que las placas solares generen energía de forma idónea, estas deben recibir la luz del sol en un ángulo de 90 grados. Es algo que no siempre es posible teniendo en cuenta el movimiento del sol causado por la rotación de la tierra.
A diferencia de las placas solares, que son planas, la forma cilíndrica de la Energy Ball permite recibir luz solar a cualquier hora del día, sin importar su ubicación. La pequeña placa ovalada que se ubica en la parte inferior de este invento para placas solares enfoca los rayos del sol en un punto específico del panel. Es, en cierto modo, como un efecto lupa.
“Lo que haces es mejorar el panel solar desde dos puntos de vista: por un lado, aumentas la intensidad, y por otro, te enfocas, recoges todos los rayos posibles para concentrarlos en el panel”, afirma Galena León, una de las participantes en el invento, al portal Ecoinventos. El resultado, según las pruebas de los estudiantes con este invento para placas solares, es una mejora de hasta un 40 % en la eficiencia. De hecho, la energía que genera el invento podría cargar por completo un smartphone o mantener encendida una bombilla.
Este invento para placas solares, además, tiene importantes ventajas más allá de los resultados que ofrece. Uno de ellos es su bajo coste. Es, recordemos, un producto creado a base de materiales reciclados y que no necesita ningún tipo de componente electrónico. Con la Energy Ball, además, es posible llevar energía solar a lugares más aislados; uno de los objetivos de los tres estudiantes de Ecuador.
Para que funcione realmente, eso sí, el invento deberá adaptarse a gran escala; algo en lo que todavía no se está trabajando.