Parece que las gafas de realidad virtual solo han sido una excusa para empezar a desarrollar tecnología alrededor de nuestros ojos. El ecosistema lleva tiempo siendo maduro, hay avances interesantes por parte de muchísimas marcas reconocidas y el precio ha bajado considerablemente en los últimos años. Ahora bien, estos gadgets, que prometían ser el futuro de la tecnología, no terminan de coger tracción en el mercado, aunque sí están siendo los encargados de posicionar el que será tu próximo accesorio: las gafas inteligentes.
Hay un nuevo tipo de producto que le está comiendo la tostada a la realidad virtual. No es algo tan sorprendente como sumergirte en un mundo digital y poder interactuar con él desde el sofá de tu casa, pero sí pone el foco en las necesidades reales del día a día. Las gafas inteligentes están cambiando radicalmente, y los modelos más populares del momento ya no son grandes cascos VR. De hecho, ni siquiera tienen pantalla.
Las nuevas gafas inteligentes dejan atrás la realidad virtual, centrándose en la realidad que ven tus ojos y completando la experiencia con una inteligencia útil y, sobre todo, muy transparente. El futuro de la tecnología alrededor de los ojos ya no pasa por tener una pantalla a pocos centímetros de las retinas, sino por incluir altavoces, IA y cámaras en un accesorio estrella que casi todo el mundo tiene: las gafas.

Ray-Ban y Meta tienen las gafas inteligentes del momento
No son nuevas y han necesitado unos cuantos años para ganar tracción, pero ahora que lo han hecho están en boca de todos. Las Ray-Ban Meta son el ejemplo perfecto de gafas inteligentes: se olvidan de la realidad virtual, implementan funciones útiles en tu día a día y son prácticamente invisibles. No las gafas, por supuesto, pero sí toda la tecnología que tienen.
Estas gafas inteligentes tienen sensores, cámara, altavoces, memoria y varios chips en su interior, pero parecen unas lentes normales. Con ellas no verás vídeos en 3D ni nada diferente, pero sí podrás tener en tu cara un acceso directo a herramientas superútiles, altavoces invisibles que solo escuchas tú o una cámara para grabar tu punto de vista sin tener que tener un móvil en la mano.
Rematan la jugada incluyendo una grandísima dosis de IA a cargo de Meta AI, que permite potenciar todos esos elementos como la cámara, los altavoces o los sensores para recibir contexto de lo que ves, hacer llamadas o realizar un vídeo diciendo «Ey Meta, empieza una grabación». Se aparta del Metaverso y todo lo que este conlleva, pero reduce la fricción para dar el salto a ese mundo futurista más ligado a la realidad.
Invisibles para la mayoría
Todo esto, con unas gafas inteligentes que, a vista del 99% de los usuarios, son solamente unas lentes normales. No llaman la atención, no condicionan en nada tu día a día y aportan una gran utilidad en un accesorio que muchos ya suelen llevar en la cara. Menos tecnológico e impresionante que unas Apple Vision Pro con realidad virtual, pero invisible y útil.
Meta está causando furor con esta fórmula, conquistando el corazón de muchos usuarios que ven como, por primera vez en muchos años, dar el salto hacia la tecnología de futuro no significa ir por la calle recibiendo miradas de todo el que pasa por tu lado.

Google también quiere su trozo de pastel, aunque con un poco de realidad virtual de por medio
A pesar de que Google puso su granito de arena hace más de una década con las Google Glass, estas gafas inteligentes carecían de IA, eran carísimas y no pasaban nada desapercibidas. La gran G dejó este proyecto aparcado, aunque ha seguido desarrollando tecnología en torno a él. Lleva un tiempo dando pistas de lo que pretende conseguir, y durante el Google I/O de hace solo unos días mostró su apuesta por este sorpasso de las gafas inteligentes a la realidad virtual.
No solo mostró unas gafas inteligentes muy similares a las RayBan Meta, también anunció que ha empezado a colaborar con varias empresas especializadas gafas de vista y sol, para así tratar de posicionar su nuevo producto como algo más que un gadget tecnológico. Google quiere —y ha demostrado que tiene— un ecosistema con el que ofrecer esa utilidad tecnológica de vanguardia en un dispositivo casi invisible.
Eso sí, la gran G pretende subir la apuesta. Las gafas inteligentes que mostró en el Google I/O cuentan con una pequeña pantalla que se refleja sobre el cristal y permite ver contenido. Algo similar a lo que ya tenían las Google Glass, pero ahora con un diseño moderno e integrado en unas gafas de pasta que bien podrían pasar por unas lentes de vista normales. Todo esto, bajo un sistema propio llamado Android XR que integraría Gemini y los servicios de la propia compañía.
Apple está en ello, pero anda liado con unas Vision Pro que nadie puede permitirse
Que Meta haya colaborado con una empresa como Ray-Ban para hacer sus gafas inteligentes ha sido un gran empujón para este tipo de producto, pero Apple podría tener en su mano terminar de levantar el mercado. No importa cuántos años lleve una tecnología disponible: si Apple comienza a utilizarla, se populariza en todo el mundo rápidamente. La excepción que rompe la regla han sido las Vision Pro y su realidad virtual, aunque el precio prohibitivo de 3.500 dólares también ha tenido que ver.
Apple ha esperado pacientemente a ver cómo evolucionaban las Ray-Ban Meta, y se dice que ya está desarrollando su propia versión. No hay muchos datos sobre ellas, aunque es bastante probable que sigan esa dinámica de gafas inteligentes poco llamativas con tecnología «invisible». Cámaras, sensores, integración con Siri, Apple Intelligence… Las posibilidades son muchas, y la compañía tiene un ecosistema muy maduro e interconectado, una gran noticia para un gadget de este tipo en el que prima tener la mínima fricción con la tecnología y las herramientas.

La tecnología del día a día manda, y la realidad virtual aquí no tiene nada que hacer frente a las gafas inteligentes
Al igual que ocurrió con los smartwatches, las gafas inteligentes han ido refinándose, pareciéndose más al objeto original y reduciendo la barrera con la tecnología más útil. Muy pocos usuarios querían los primeros relojes inteligentes, y ahora casi todo el mundo lleva uno en la muñeca. El mercado esperó pacientemente a que madurasen y se convirtiesen en productos más interesantes.
Y, en esencia, es lo que está ocurriendo con la realidad virtual y las gafas inteligentes. La tecnología alrededor de los ojos está mutando y convirtiéndose en esa herramienta útil que el mercado ha esperado durante años. Ha cambiado bastante, eso sí, mostrando que no era necesario tener pantallas en los ojos o un rendimiento excepcional para convencerte de tener un aparato inteligente en la cara.
Y, lo mejor de todo, es que dispositivos como las Ray-Ban Meta han nacido ya maduros. Con margen de mejora, por supuesto, pero con trabajo principal hecho y ofreciendo las herramientas que durante años hemos ido viendo en pequeñas píldoras con los productos de realidad virtual y aumentada.
Prepárate, pues al smartphone, los auriculares y el smartwatch, se va a sumar un nuevo producto tecnológico que vas a empezar a ver —si eres capaz de identificarlo— en muchas caras a tu alrededor: las gafas inteligentes.