Plataformas como Whisper o Secret para compartir pensamientos, ideas u opiniones de forma anónima empiezan a ganarle terreno a las redes sociales convencionales
La desconfianza por la posible repercusión que pudiera tener el rastreo de nuestra huella digital en la red, tras años de redes sociales subiendo datos personales de nuestra vida cotidiana, ha propiciado el trasvase de miles de usuarios hacia las denominadas redes sociales anónimas. Whisper o Secret son algunas de estas aplicaciones que nos permiten seguir siendo sociales pero de forma completamente anónima, sin datos reales.
El problema de la privacidad en redes como Facebook o Twitter es que dejaron de ser un medio para compartir pensamientos personales, para pasar a convertirse en un medio global de comunicación con el mundo. La irrupción de los perfiles profesionales o de empresa han convertido las redes sociales en una potente herramienta de marketing para promover nuestra marca personal y fidelizar clientes. Motivo por el cual debemos ser cautelosos con todo aquello que compartimos a través de la red, ya que el rastreo de nuestra huella digital, en ocasiones, puede traernos algún que otro quebradero de cabeza.
El gran dilema de muchos usuarios es saber qué cosas se pueden decir o compartir cuando se utiliza un perfil personal, un perfil profesional o ambos a la vez. La solución para poder decir o compartir lo que nos venga en gana sin miedo a que pueda interferir en nuestra reputación online, la encontramos en estas plataformas de carácter anónimo u otras parecidas como Snapchat.
En esencia estas nuevas plataformas tienen un funcionamiento muy similar a las redes convencionales que todos conocemos, sólo que en las anónimas se prescinde de la identidad digital real de cada usuario para poder compartir opiniones, pensamientos e ideas. Bastan una líneas de texto sobre una imagen para poder expresar bajo el anonimato de un seudónimo cualquier idea, pensamiento o secreto que desees compartir.
Whisper –susurro en inglés–, la aplicación gratuita para smartphones lanzada en 2012 por Michael Heyward, no es más que una plataforma abierta para compartir texto y fotos de forma completamente anónima. Con una interfaz muy visual en forma de mosaico de imágenes, los usuarios suben “susurros” en forma de líneas de texto sobre una imagen de fondo escogida desde la aplicación o tomada desde la cámara del teléfono. Al igual que las redes sociales convencionales, los usuarios responder con “susurros” a otros usuarios e incluso pueden enviar mensajes directos privados. Del mismo modo, podemos ver los últimos estados publicados, los más populares e incluso buscar hilos de conversación mediante palabras clave o etiquetas.
Secret, creada recientemente para iOS por Chrys Bader y David Byttow, también permite publicar pensamientos de carácter privado pero de una forma mucho más controlada que su homónimo. En este caso, el usuario envía a sus contactos unas líneas de texto sobreimpresas en una imagen o fondo de color, sin ningún nombre de usuario adjunto. De forma que los contactos interactúan con el “secreto” mediante un comentario o un like, para que a su vez sea automáticamente reenviado a otros contactos.
El cierto parecido de estas redes con otras como la archiconocida Pinterest le aporta cierto atractivo desde el punto de vista creativo. El grado de libertad que aporta el anonimato de estas redes genera todo un catálogo de “susurros” o “secretos” de lo más adictivos que inmortaliza el genio creativo de sus autores. En definitiva, el crecimiento de este tipo de redes no es más que un fiel reflejo de la demanda de muchos usuarios que abogan por un cambio profundo en los derechos de privacidad en el mundo de Internet y la tecnología digital.
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